martes, enero 10, 2012

LA ABOMINACIÓN HACIA DIOS

 
[Levítico 26:30]: Destruiré vuestros lugares altos, y derribaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y MI ALMA os abominará.
Los lugares altos y las imágenes se dedicaban al culto de dioses paganos. Contaminarlos con cuerpos humanos muertos los inutilizaría permanentemente para el culto. Dios pondría  los cuerpos muertos del hombre sobre los cuerpos muertos (o formas sin vida) de las deidades paganas. Los santeros y hechiceros están muertos y sumergidos en el pecado a voluntad de Lucifer.    
Este capítulo presenta las dos alternativas de obediencia y desobediencia que Dios presentó a su pueblo [Deuteronomio 28]. La gente del Antiguo Testamento fue advertida vez tras vez contra la adoración de ídolos. Nos preguntamos cómo pudieron auto engañarse con estos objetos de madera y piedra. Sin embargo, bien podría Dios hacernos la misma advertencia, ya que tendemos a prestar mayor atención a ídolos que a Dios. Idolatría es dar más importancia a cualquier cosa antes que a Dios. Dinero, apariencia, éxito, reputación, seguridad; éstos son los ídolos de hoy.
¿QUÉ ES ABOMINACIÓN?
Término que traduce cuatro vocablos hebreos en el Antiguo Testamento, y en resumen señala la repugnancia que produce un objeto, una persona o una práctica que violenta los postulados religiosos del sistema dominante. La abominación en sí es un rechazo que produce repugnancia.
I – ¿LA ABOMINACION A QUE COSAS SE APLICA?
A]- A la violación de un tabú
“Los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios” [Gn 43.32];  [Gn 46.34]; [Éx 8.26].
B]- A los ídolos
Los ídolos de los gentiles eran abominación por excelencia frente a Jehová, Dios único y verdadero. Astoret era la abominación de los sidonios; Quemos, abominación de Moab, etc. [2R 23.13]. Y todo lo que esto representa una adoración a los demonios y a Lucifer.
C]- A las prácticas idolátricas
Eran abominación por sus implicaciones religiosas y éticas (pues combinaban la deslealtad a Jehová con prácticas que reñían con la santidad.
[2R 21.2–7] E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel. Porque volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército de los cielos, y rindió culto a aquellas cosas. Asimismo edificó altares en la casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: Yo pondré mi nombre en Jerusalén. Y edificó altares para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová. Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira. Y puso una imagen de Asera que él había hecho, en la casa de la cual Jehová había dicho a David y a Salomón su hijo: Yo pondré mi nombre para siempre en esta casa, y en Jerusalén, a la cual escogí de todas las tribus de Israel.
Los grandes templos que se están construyendo supuestamente para Dios, incluyen adivinación, magia, santería, hechicería, ocultismo, etc.; creyendo que son para Dios pero ni más, ni menos están construyendo los lugares altos como en la antigüedad, levantando altares a Baal [Beelzebú, Baal-Zebub o Lucifer, Baal-Berit, el dios de los pactos, Baal-Peor, el dios de lo sacrificado a ídolos] y la iglesia actual sigue y sigue pactando, pactando, pactando con Lucifer por milagros y prosperidad económica; que desde ya la obtendrán; la serpiente es astuta, no quiere estar sola en el Lago de Fuego. La imagen de Asera ya está puesta donde debe estar y el ejercito de los cielos se está moviendo para atrapar a los incautos. Lucifer es el dios de los pactos y contrataciones:
[Ezequiel 28:5]: Con la grandeza de tu sabiduría en tus CONTRATACIONES has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.
[Ezequiel 28:16]: A causa de la multitud de tus CONTRATACIONES fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.
[Ezequiel 28:18]: Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus CONTRATACIONES profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
La Palabra de Dios enseña: [1Timoteo 6:10]: porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, codiciando y hundiéndose cada vez más en la perdición.
Lea cuidadosamente esto: [Dt 18.9–14].
D]- A los pecados y actitudes ajenos al pacto de Dios con Israel.
En el Libro de Proverbios se mencionan cosas que son abominación, como los “labios mentirosos” [Pr 12.22].
La Palabra de Dios enseña: [Zacarías 8:16]: Estas son las cosas que habéis de hacer: HABLAD VERDAD cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas.
[Efesios 4:25]: Por lo cual, desechando la mentira, HABLAD VERDAD cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
E]- A los actos rituales y sacrificios ofrecidos sin humildad ni espíritu de adoración [Is 1.11–14]. Isaías condena al pueblo por participar en injusticias y obras inicuas [vv 16-17], mientras continúa llevando ofrendas y sacrificios a Dios y orando y adorándolo. La adoración y la alabanza se convierten en una abominación para Dios si el corazón no está sinceramente dedicado a Él y a sus caminos santos [Is 66:3]; [Jer 7:21-26]; [Os 6:6]; [Am 5:21-24]; [Mi 6:6-8].
Iglesias y lideres contaminando el altar de Dios con idolatría; lideres consultando con brujos para tener más asistencias en las iglesias, atando y amarrando almas incautas solo por vanagloria; labios mentirosos que inventan doctrinas de demonios para engañar a las masas, bajo un manto engañoso de unción supuestamente de Dios; haciendo rituales y enterrando Biblias y construyendo templos a los demonios; pero Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
Mientras que todo esto acontece en un mismo tiempo, y el mundo gira y gira, los demonios se han lanzado, y Lucifer los tiene engañados con esto: [Lc 4:5-7]: Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.
El evangelio de la prosperidad nació en el corazón de Lucifer; y tiene amarrados cabezas de iglesias que son pastores inútiles que están postrados a voluntad de Satanás usando métodos mundanos de transigencia, poder terrenal, maniobras fraudulentas, popularidad, honra y gloria, y la pobre iglesia no se da cuenta porque esta cegada, y también quiere del plato suculento y delicioso que Lucifer ofrece; como el fruto del Huerto del Edén. ¡La serpiente es astuta, le tiene miedo al Lago de Fuego y no quiere estar sola!
II – LA ABOMINACION EN EL NUEVO TESTAMENTO
Los mismos conceptos pasan al Nuevo Testamento bajo el término griego bdelygma. Según Lucas, Jesús declaró que a veces aun “lo que los seres humanos tienen por sublime, delante de Dios es abominación” [Lc 16.15]. Una manifestación externa de justicia que viene de un corazón malvado puede suscitar la alabanza de otros, pero es detestable para Dios. Los fariseos actuaban píamente para que otros los admiraran, pero Dios sabía lo que había en sus corazones. Consideraban que la riqueza mostraba la aprobación de Dios. El Señor detestó sus posesiones porque motivaron el abandono de su verdadera espiritualidad. Tal vez la prosperidad gane el favor de la gente, pero nunca sustituirá la devoción ni el servicio a Dios. Así hay muchas iglesias; y así se muestra el evangelio de la prosperidad.
III – LA ABOMINACION DESOLADORA
Según dos evangelistas, Jesucristo hace referencia a una funesta señal futura, ya predicha por el libro de Daniel (el profeta), y la llaman to bdelygma tes eremóseos [Mt 24.15]; [Mc 13.14], o sea, la abominación desoladora o que causa devastación, que se colocaría en el “lugar santo”. En Daniel la frase (con variantes) se halla en [Dn 9.27]; [Dn 11.31]; [Dn 12.11]. [Daniel 11.31] se refiere a la profanación del altar de los holocaustos por orden de Antíoco Epífanes (167 a.C., período de los macabeos).
En su Evangelio, Lucas omite referencias a la abominación, pero dice: “Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que pronto será destruida” [Lc 21.20], referencia clara a la destrucción de Jerusalén en el año 70.
IV – LA ABOMINACION DEL TIEMPO DEL FIN
Otros autores del Nuevo Testamento tienden a ver en los últimos tiempos antes de la venida gloriosa de Jesús una época dominada por el  Anticristo:
A]-[1Jn 2.18]: Juan habla del último tiempo, el período entre la primera y la segunda venidas de Cristo. Los lectores de [Primera de  Juan] en el primer siglo vivían en el último tiempo al igual que nosotros. Durante este tiempo aparecerán “anticristos” (falsos maestros que pretendían ser cristianos y que engañaban a miembros débiles, alejándolos de Cristo). Por último, antes que el mundo termine, surgirá un gran anticristo [Apocalipsis 13.19, 20]; [Ap 20.10]. Sin embargo, no debemos temer a ese maligno. El Espíritu Santo muestra sus errores para que no seamos engañados. No obstante, debemos enseñar la Palabra de Dios con claridad y con cuidado a los débiles que están entre nosotros, de modo que no sean presa de esos falsos maestros, que “vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7.15).
B]-[1Jn 4.3]: El anticristo será una persona que resuma todo lo que es malo, y será recibido rápidamente por un mundo malvado. Se le describe más ampliamente en [2Tesalonicenses 2.3–12] y [Apocalipsis 13]. El “espíritu del anticristo” ya está aquí, en el presente, y se ha manifestado de muchas maneras; principalmente con homosexualidad.
C]-[Ap 11.1–2]: Es más probable que este templo sea un símbolo de la Iglesia (todos los creyentes verdaderos) porque no habrá un templo en la nueva Jerusalén [Ap 21.22]. Juan midió el templo para mostrar que Dios está construyendo muros de protección alrededor de su pueblo para salvarlo del daño espiritual, y que hay un lugar reservado para todos los creyentes que permanecen fieles a Dios. Los que adoran dentro del templo serán protegidos espiritualmente, pero quienes lo hagan afuera se enfrentarán a gran sufrimiento. Esta es una forma de decir que los verdaderos creyentes serán protegidos mientras dure la persecución, pero los que se resisten a creer serán destruidos.
D]-[Ap 13]  Se identificó al principio esta bestia con Roma porque el Imperio Romano en sus primeros tiempos alentaba un estilo de vida malvado, perseguía a los creyentes y se oponía a Dios y a sus seguidores. Pero la bestia también simboliza al anticristo, no Satanás, sino alguien bajo su poder y control. Este anticristo tiene la apariencia de una combinación de las cuatro bestias que Daniel vio siglos antes en una visión [Daniel 7]. Como el dragón [Ap 12.17] se mantiene en oposición a Dios, de igual manera la bestia está en contra de Cristo y puede verse como el falso mesías de Satanás. El Imperio Romano en sus inicios fue fuerte y también anticristiano (o contrario a las normas de Cristo); muchos otros poderes individuales a través de la historia han sido anticristianos. Muchos cristianos creen que Satanás culminará como el anticristo, uno que concentrará todos los poderes de maldad en contra de Jesucristo y sus seguidores.
El capítulo 13 presenta a dos cómplices de Satanás (el dragón):
 1 - La bestia que sale del mar.
2 - La bestia que sale de la tierra. Juntos, los tres seres malignos forman una trinidad impía en oposición directa a la santa unidad de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Cuando Satanás tentó a Jesús en el desierto, quiso que Cristo mostrara su poder convirtiendo las piedras en pan, hiciera milagros al saltar desde un lugar alto y ganara el poder político mediante la adoración a él [Mateo 4.1–11]. El plan de Satanás fue gobernar el mundo por medio de Jesucristo, pero Él rechazó la oferta de Satanás. De esa manera se vuelve a las bestias terribles descritas en Apocalipsis. A la bestia del mar le dio poder político. A la bestia que sale de la tierra le dio poder para hacer milagros. Ambas trabajan unidas a fin de tener el control de todo el mundo. Esa trinidad impía, el dragón, la bestia del mar y el falso profeta  [Ap 16.13], se unen en un desesperado intento por vencer a Dios; ridículo eso, pero sus esfuerzos están condenados al fracaso. Para ver lo que será el fin de ellos, léase [Apocalipsis 19.19–21]; [Ap 20.10].
[Ap 13.3] Dado que la bestia, el anticristo, es un falso mesías, será una falsificación de Cristo y hasta pondrá en escena una resurrección falsa [Ap 13.14]. Las personas lo seguirán y adorarán porque estarán impresionadas por su poder y sus milagros [Ap 13.3, 4]. Unirá al mundo bajo su liderazgo [Ap 13.7, 8] y controlará la economía mundial [Ap 13.16, 17]. La gente se impresiona con el poder e irá en pos de quienes lo muestran con vigor o lo ofrecen a sus seguidores. Pero los que siguen a la bestia solo se engañarán a sí mismos. Él usará su poder para manipular a los demás, para dirigir la atención hacia sí mismo y para fomentar planes malignos. Dios, por el contrario, emplea su poder, que es infinitamente superior, para amar y edificar. No se deje engañar por la declaración de grandes milagros o informes acerca de una resurrección o reencarnación de alguien que pretende ser el Cristo. Cuando Cristo vuelva, se les revelará a todos, todas las cosas [Mateo 24.23–28].

V - LA OBRA DE SATANÁS EN EL MUNDO:
[Ap 12.13] Su odio a Cristo
[Ap 12.17] Su odio al pueblo de Dios
[Ap 13.2] Su poder y autoridad
[Ap 13.4] Su popularidad entre los incrédulos
[Ap 13.6] Su blasfemia contra Dios
[Ap 13.7] Su guerra contra los creyentes
[Ap 13.14] Su habilidad para engañar
[Ap 13.5] El poder otorgado a la bestia será limitado por Dios. Él le permitirá ejercer autoridad solo por un corto tiempo. Aun cuando la bestia esté en el poder, Dios seguirá dominando la situación [Ap 11.15]; [Ap 12.10–12]. [Ap 13.7] La bestia vencerá al pueblo de Dios y lo gobernará, pero no podrá causarle daño espiritual. Establecerá su dominio en todo el mundo y exigirá que todos la adoren. Y muchos lo harán, todos excepto los creyentes verdaderos, solo los verdaderos. El negarse a adorar a la bestia resultará en un sufrimiento temporal para el pueblo de Dios, pero será premiado al final con vida eterna.
[Ap 13.10] En este tiempo de persecución, el ser fiel a Cristo podría acarrear la pérdida de libertad e incluso la ejecución. Algunos creyentes serán heridos o asesinados. Pero todo lo que la bestia y sus seguidores podrán hacer a los creyentes es causarles daño físico; ningún daño espiritual puede sobrevenirles a quienes tienen una fe sincera en Dios. Todos los creyentes entrarán a la presencia de Dios perfeccionados y purificados por la sangre del Cordero [Ap 7.9–17]. Los tiempos de gran persecución que vio Juan darán la oportunidad de que los creyentes ejerciten paciente perseverancia y fidelidad. Los tiempos difíciles que ahora enfrentamos son también oportunidades de crecer espiritualmente. No caiga en la trampa de Satanás y no se aparte de Dios cuando lleguen los días difíciles; habrá muchas difamaciones por parte de Lucifer; por el contrario, emplee estos tiempos difíciles como oportunidades para crecer espiritualmente.
[Ap 13.11] La primera bestia salió del mar [13.1], pero este animal sube de la tierra. Más tarde se le identifica como el falso profeta [Ap 16.13]; [Ap 19.20]; es una imitación del Espíritu Santo. Aparenta hacer lo bueno, pero el propósito de sus milagros es engañar.
[Ap 13.14] A lo largo de la Biblia vemos milagros llevados a cabo como pruebas del poder, del amor y de la autoridad de Dios. Pero aquí vemos una imitación de los milagros realizados para engañar. Esto nos recuerda a los magos de Faraón, que imitaron las señales de Moisés en Egipto. Las señales y milagros verdaderos señalan a Jesucristo, pero los milagros solos pueden ser engañosos. Por esa razón debemos preguntarnos ante cada milagro que vemos: “¿Es consecuente con lo que Dios dice en la Biblia?”. La segunda bestia gana influencia mediante señales y maravillas que puede realizar en nombre de la primera bestia. La segunda bestia ordena a la gente a que adoren a una imagen en honor de la primera bestia, una burla directa al segundo mandamiento [Éxodo 20.4–6]. El permitir que las Escrituras guíen nuestra fe y práctica evitará que seamos engañados por falsas señales, por muy convincentes que parezcan. Es falsa cualquier enseñanza que contradiga la Palabra de Dios.
[Ap 13.16, 17] En cada generación, los cristianos necesitan mantener un sano escepticismo acerca de los placeres y recompensas de la sociedad. En nuestra estructura educativa, económica y civil hay muchos incentivos y premios. Siempre los cristianos deben distinguir qué es lo bueno y saludable de nuestra sociedad, pero debemos oponernos al pecado. En algunos casos, como el sistema satánico descrito aquí, el sistema o la estructura se vuelve tan malvado que no permite vías de cooperación. [Ap 13.16–18] Esta marca de la bestia tiene como propósito burlarse del sello de Dios puesto a sus seguidores [Ap 7.2, 3]. Así como Dios marca a su pueblo para salvarlos, la bestia de Satanás marca a su gente para salvarla de la persecución que Satanás descargará sobre los seguidores de Dios. No es tan importante identificar esta marca como identificar el propósito de la marca. Los que la aceptan muestran su alianza con Satanás, su disposición a operar dentro del sistema económico que él fomenta y de su rebeldía contra Dios. Rechazar la marca significa entregarse por completo a Dios, prefiriendo la muerte antes que transigir en la fe en Cristo.
Se ha debatido sobre el significado de este número más que sobre otros pasajes del libro de Apocalipsis. Se ha dicho que los tres seis representan muchas cosas, incluso el número del hombre o la trinidad impura de Satanás, la primera bestia y el falso profeta [Ap 16.13]. Si se considera el número siete como el “número perfecto” en la Biblia, y si tres siete representan absoluta perfección, podemos deducir que el número 666 no tiene lo necesario para ser perfecto. Los primeros lectores de este libro probablemente aplicaron el número al emperador Nerón, el que simbolizaba toda la maldad del Imperio Romano. (Las letras griegas del nombre de Nerón representan números que totalizan 666.) Sin que importe la aplicación específica del número dado, simboliza el dominio mundial y la iniquidad completa de esta trinidad impía que está designada a desarmar la obra de Cristo y destruirla.
La versión paulina [2Ts 2.3] habla del “hombre malvado” que “llega incluso a instalar su trono en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios”.
Pablo explica los acontecimientos que señalarán el comienzo del día del Señor y describe la destrucción del hombre de pecado y de los impíos al fin del mundo.
VI -  LA HECHICERIA, EL OCULTISMO Y LA IDOLATRIA:  ES ABOMINACION HACIA DIOS 
[Ap 21:8] Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Dios menciona varias clases de personas que tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre:
1]- Los cobardes son los que temen la desaprobación y las amenazas de las otras personas más de lo que valoran la fidelidad a Cristo y a la verdad de su Palabra. Su seguridad y nivel social entre los demás son para ellos más importantes que la fidelidad. Entre los cobardes están los intransigentes del pueblo de Dios que abandonan la lucha y no vencen [Mr 8:35]; [1Ts 2:4]; [2Ti 2:12-13].
2]- Los incrédulos incluyen antiguos creyentes en Cristo que fueron vencidos por diversos pecados. Profesar a Cristo y luego vivir en la maldad y en la difamación, es una abominación para Dios.
3]- Hoy muchas iglesias proclaman que es posible que alguien sea verdadero hijo de Dios y a la vez sea inmoral, mentiroso, adultero, homosexual o asesino. Los que así creen contradicen estas claras palabras de Dios [1Co 6:9-10]; [Gá 5:10-21]; [Ef 5:5-7].
El ser humano tiende a prestar mayor atención a ídolos que a Dios. Idolatría es dar más importancia a cualquier cosa antes que a Dios, y la vida del ser humano está llena de esa tentación. Dinero, apariencia, éxito, reputación, seguridad; éstos son los ídolos de hoy. Al mirar a estos dioses falsos que prometen todo lo que desea pero nada de lo que necesita; la iglesia actual debe reflexionar y preguntarse: ¿en qué camino está?; ¿Dónde estás Tú?
¡Gracia y Paz del Señor!

miércoles, enero 04, 2012

EL INFIERNO Y EL LAGO DE FUEGO


[Mateo 10:28]: Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el INFIERNO.

Jesús enseña que hay un lugar de castigo eterno para los que están condenados delante de Dios. Es la realidad espantosa del castigo perpetuo, del lugar “donde el fuego nunca se apaga”.



¿Que es el infierno?

Término de origen latino (infernus que significa la parte de abajo) con que se traduce la voz hebrea Seol, y las griegas Hades, Gehenna y Tártaros (Inmortalidad).

Seol aparece en el texto hebreo del Antiguo Testamento sesenta y cinco veces. Se traduce en la Reina-Valera por (sepulcro, sepultura, infierno, profundo, sima) y otras palabras.  También se traduce por Hades, nombre que los griegos aplicaron primero al rey del mundo invisible y posteriormente al lugar de los espíritus. El uso de Hades en vez de una transcripción de Seol demuestra que las dos palabras se consideraban como sinónimos, aunque siempre había una diferencia: Para los griegos, al Hades lo gobernaba un dios independiente de los dioses del cielo y de la tierra; los hebreos creían que el Seol era parte del reino de Jehová [Sal 139.8]; [Pr 15.11]. Los griegos pensaban que no existía salida del Hades, pero los piadosos hebreos, si bien contemplaban el Seol con cierto temor, esperaban salir de allí pues creían en la resurrección del cuerpo [Dn 12.2]; [Hch 26.6–8]. Sin embargo, las ideas hebreas acerca del estado futuro siempre eran vagas; Pablo afirma que fue Cristo el que “sacó a luz la vida y la inmortalidad” [2 Ti 1.10].

Hades aparece once veces en el Nuevo Testamento. Cristo librará a su Iglesia del Hades [Mt 16.18]. La doctrina del Nuevo Testamento en cuanto a la morada después de la muerte difiere mucho de la del Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento afirma repetidas veces que los espíritus de los muertos redimidos se separan del cuerpo para estar con Cristo [Jn 14.2, 3]; [Jn 17.24]; [2Co 5.8]; [Flp 1.23].

Para explicar esta diferencia entre los testamentos, algunos han sostenido que Cristo al bajar al Hades [Hch 2.27, 31] o a “las partes más bajas de la tierra” [Ef 4.9], proclamó allí las buenas nuevas de la redención efectuada en la cruz [1P 3.18–20],  en otras palabras Cristo descendió al infierno. Habiendo preparado un lugar en la casa de su Padre, “llevó cautiva la cautividad” [Ef 4.8], es decir, llevó al mismo cielo los santos redimidos que se hallaban en el Hades. Estos no habían ido antes al cielo porque si bien habían sido redimidos mediante el sacrificio de animales según la Ley del Antiguo Testamento, lo habían sido solo por promesa porque “la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados” [Heb 10.4]. No hubo salvación completa sino hasta que Cristo derramó su propia sangre en la cruz. Desde entonces no hay redimidos en el Hades, sino solamente injustos en tormento.

Gehenna aparece unas doce veces en el Nuevo Testamento. Es la transcripción griega de Hinnom, adoptada por los judíos después de la cautividad, y posteriormente por Jesús, para designar el lugar de tormento donde serán arrojados las personas reprobadas, Lucifer y los espíritus malignos. El Señor habla del Gehenna en términos solemnes y terribles [Mt 5.22, 29, 30]; 10.28; [Mt 18.9]; [Mt 23.15, 33]; [Mr 9.43–48]; [Lc 12.5]; [Stg 3.6]. El Gehenna de los Evangelios y de Santiago se asemeja en mucho al Seol del Antiguo Testamento [Job 26.6], y parece ser sinónimo del “horno de fuego” de [Mt 13.42]; del “lago de fuego” de [Ap 19.20]; [Ap 20.10, 14, 15] y de la “perdición” de [Ap 17.8, 11].

El “tártaros” que se traduce por incienso en [2Pedro 2.4], era el lugar de castigo según la mitología griega.

Bajo el gobierno de un Dios infinitamente santo, justo, sabio y amoroso, obligado por su propia naturaleza y por el cuidado que tiene del bienestar de su universo a expresar su aborrecimiento hacia el pecado, la existencia del infierno es una necesidad [Ro 6.23]; [2 Ts 1.6–11]; [Ap 20.11–15]. Los que son castigados en el infierno son criaturas libres, responsables, pecadoras e impenitentes, que han empleado mal el tiempo de prueba que se les ha concedido y rechazado la gracia que Dios les ha ofrecido a través de Cristo. El gran deseo divino de librar a los hombres del infierno se manifiesta en la muerte de Cristo y en las amonestaciones dirigidas a los pecadores en la Biblia.

No se puede hacer caso omiso de lo que la Biblia enseña acerca del infierno.



I - LAS PENAS DEL INFIERNO

Las penas del infierno consistirán en la privación de la presencia y del amor de Dios, la ausencia de toda felicidad, la perpetuidad del pecado, el remordimiento de conciencia por las culpas pasadas, la convicción íntima de ser objeto de la justa ira de Dios, y todos los demás sufrimientos del cuerpo y el alma que son los resultados naturales del pecado o los castigos estipulados en la Ley de Dios [Mt 7.21, 23]; [Mt 22.13]; [Mt 25.41]; [2Ts 1.9].

El grado de los tormentos se medirá según el grado de la culpa [Mt 10.15]; [Mt 23.14]; [Lc 12.47, 48].

Este castigo será eterno, como lo será también la felicidad en el cielo.

La Ira de Dios nunca dejará de existir sobre las almas perdidas [Mt 25.46].

Nada en todo el universo debe temerse tanto como una eternidad en el infierno.



II – ¿PARA QUIENES ESTA RESERVADO EL INFIERNO?

La Biblia enseña que la existencia humana no termina con la muerte sino que continua para siempre, ya sea en la presencia de Dios o en un lugar de castigo. Con respecto a la condición de los perdidos, se debe observar lo siguiente:

1]- Jesús enseña que hay un lugar de castigo eterno para los que están condenados delante de Dios [Mt 5:22,29-30]; [Mt 10:28]; [Mt 18:9]; [Mt 23:15,33]; [Mr 9:43, 45,47]; [Lc 10:15]; [Lc 12:5].

Es la realidad espantosa del castigo perpetuo, del lugar “donde el fuego nunca se apaga” [Mr 9:43], del “fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” [Mt 25:41], del “lloro y el crujir de dientes” [Mt 13:42,50], del estar atado en la oscuridad [Mt 22:13], y del tormento, de la angustia y de la separación del cielo [Lc 16:23].

2]- La enseñanza de las epístolas es esencialmente la misma. Los apóstoles hablan de un juicio venidero de Dios para castigar a los que desobedecen el evangelio [2Ts 1:5-9], de una separación de la presencia y la gloria del Señor [2Ts 1:9], y de la destrucción de los enemigos de Dios [Fil 3:18-19]; [Ro 9:22]; [1Co 16:22]; [Gá 1:9]; [2Ti 2:12]; [Heb 10:27]; [2P 2:4]; [Jud 1:7]; [Ap 14:10]; [Ap 19:20]; [Ap 20:10,14].

3]- La Biblia enseña que el juicio sobre los malhechores es inevitable. La idea central es la condenación, el sufrimiento y la separación  de Dios sin límite de tiempo. A los creyentes esa doctrina les puede parecer desagradable o difícil de entender; pero la Palabra de Dios enseña sobre este lugar de tormento eterno; por lo tanto debe ser predicado y expuesto el tema y sin reservas.

4]- Se debe recordar que Dios envió a su Hijo a morir a fin de que nadie perezca [Jn 3:16]; y que todos procedan al arrepentimiento [2P 3:9], Dios espera la decisión del hombre. A éste lugar van los que rechazan  la salvación que Él ha provisto [Ro 1:16]; [Ro 2:10].

La realidad del infierno debe hacer que todo el pueblo de Dios aborrezca el pecado con fervor, busque sin cesar la salvación de los perdidos y le advierta a todo el mundo del futuro juicio de Dios; iglesias enteras preocupándose por la fama, el dinero, los primeros lugares, peleándose unos con otros por las ovejas y por el dinero de las ovejas; y no preocupándose en dar mensajes de arrepentimiento a los perdidos que se van directo al infierno; es una vergüenza que líderes se preocupan por sí mismos y no por los que Lucifer se está llevando al infierno con engaños sutiles.



III - LA MUERTE SEGUNDA: [Ap 20:14] Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 

La Biblia describe un cuadro terrible del destino final de los perdidos.

1]- Habla de “tribulación y angustia” [Ro 2:9], “lloro y crujir de dientes” [Mt 22:13]; [Mt 25:30], “eterna perdición” [2Ts 1:9], y un “horno de fuego” [Mt 13:42,50]. Habla de “prisiones de oscuridad” [2P 2:4], “castigo eterno” [Mt 25:46], un infierno donde el fuego “no puede ser apagado” [Mr 9:43], un “lago de fuego que arde con azufre” [Ap 19:20], y el “humo de su tormento sube por los siglos de los siglos” [Ap 14:11]. No cabe duda de que “¡horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” [Heb 10:31]. “Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido” [Mt 26:24]; [Mt 10:28].

2]- Los creyentes de la iglesia del Nuevo Testamento sabían bien cuál sería el destino de los que vivían en pecado. Por eso predicaban con lágrimas  [Mr 9:24]; [Hch 20:19], y defendían  la inefable Palabra de Dios y el evangelio de salvación contra toda tergiversación y falsa doctrina.

3]- El hecho solemne del castigo eterno para los malos es el mayor móvil para llevar el evangelio a todo el mundo y hacer todo lo posible por persuadir a las personas a que se arrepientan y reciban a Cristo antes que sea demasiado tarde.

La Iglesia actual o creyentes deben entender que el Evangelio no es un juego, ni tampoco una promoción o una venta de algo o tal cosa; la predicación del Evangelio es para salvación de las almas, llamándolas al arrepentimiento. El Evangelio es serio; el Evangelio es uno solo; no hay dos ni tres evangelios; el Infierno es serio y el Lago de Fuego también; donde no hay retorno; en otras palabras, es un viaje a la condenación eterna.

 [2Ts 1:7-9] y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.

[Ap 21:8] Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.



¡Gracia y Paz!  Sean a tu vida.