lunes, abril 26, 2010

LA IGLESIA PRIMITIVA [1Parte]

a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha  [Efesios 5:27]

La Iglesia Primitiva

La palabra griega que las versiones en español traduce iglesia es eclesía, que procede de la palabra hebrea caleo [yo llamo]. En la literatura secular la palabra eclesía se refiere a cualquier tipo de asamblea de personas, pero en el Nuevo Testamento la palabra tiene un significado más especializado. La literatura secular usaba esta palabra eclesía para denotar cualquier tumulto, concentración política, una orgía, o cualquier reunión con cualquier propósito. Pero el Nuevo Testamento usa eclesía para referirse únicamente a la reunión de cristianos congregados para adorar a Cristo. Por esto los traductores de la Biblia usan el término iglesia en lugar de usar un término más general tal como asamblea.

¿Qué es la iglesia? ¿Quiénes integran esta asamblea? ¿Qué quiere decir Pablo cuando llama a la iglesia el cuerpo de Cristo?

Para responder a cabalidad estas preguntas necesitamos comprender el contexto social e histórico de la iglesia del Nuevo Testamento. La iglesia primitiva surgió en la encrucijada de las culturas hebrea y helenista.

En este artículo dirigimos nuestra atención a la historia de la iglesia primitiva en sí misma. Veremos lo que los primeros cristianos entendieron como su misión, y cómo los inconversos la consideraron.

I]- FUNDACIÓN DE LA IGLESIA

A]- La comunidad en Jerusalén
B]- El asesinato de Esteban

II]- ESFUERZOS MISIONEROS

III]- GOBIERNO DE LA IGLESIA

IV]- MODELOS DE ADORACIÓN

A]- Orden de la adoración
B]- La Cena del Señor
C]- El Bautismo
D]- El calendario de la iglesia

V]- CONCEPTOS NEOTESTAMENTARIOS DE LA IGLESIA

A]- El cuerpo de Cristo
B]- El nuevo Israel
C]- Características comunes

VI]- DOCTRINAS DEL NUEVO TESTAMENTO

Vivir en Cristo
Enseñar la doctrina correcta
La doctrina de Dios
Dios como Padre personal
La doctrina de la redención
El Dios Creador
El hombre caído
La Salvación, Redención, Justificación
La naturaleza del pecado
El infierno
El Lago de fuego
La muerte sacrificial de Jesús
La resurrección de Jesús
El Reino de Dios

I]- Fundación de la iglesia. Cuarenta días después de su resurrección Jesús dio sus instrucciones finales a sus discípulos y ascendió al cielo [Hch 1.1–11]. Los discípulos regresaron a Jerusalén, y se retiraron por varios días para ayunar y orar, esperando al Espíritu Santo que Jesús dijo que vendría. Alrededor de 120 seguidores de Jesús esperaban en ese grupo.

Cincuenta días después de la Pascua, en el día de Pentecostés, un estruendo como de un viento recio que soplaba llenó la casa donde estaba el grupo reunido. Lenguas como de fuego se posaron sobre cada persona, y ellos empezaron a hablar en otros idiomas según el Espíritu Santo les daba que hablaran. Los visitantes extranjeros se sorprendieron al oír a los discípulos hablar en sus idiomas nativos. Algunos se burlaron del grupo, diciendo que estaban borrachos [Hch 2.13].

Pero Pedro hizo callar a la multitud, y explicó que lo que estaban presenciando era el derramamiento del Espíritu Santo que habían anunciado los profetas del Antiguo Testamento [Hch 2.16–21] [Joel 2.28–32]. Algunos de los visitantes extranjeros preguntaron qué debían hacer para recibir el Espíritu Santo. Pedro dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo [Hch 2.38]. Alrededor de tres mil personas recibieron a Cristo como Salvador personal aquel día.

Por varios años Jerusalén fue el centro de la iglesia. Muchos judíos creían que los seguidores de Jesús eran nada más que otra secta dentro del judaísmo. Sospechaban que los cristianos estaban tratando de empezar una nueva religión de misterio alrededor de Jesús de Nazaret.

Es cierto que muchos de los primeros cristianos continuaron adorando en el templo [Hch 3.1], y algunos insistieron en que los gentiles convertidos debían circuncidarse [Hch 15]. Pero los líderes judíos pronto se dieron cuenta de que los cristianos eran más que una secta.

Jesús les había dicho a los judíos que Dios haría un nuevo pacto con el pueblo que le era fiel [Mt 16.18] El había sellado este pacto con su propia sangre [Lc 22.20]. Así que los primeros cristianos intrépidamente proclamaban que habían heredado los privilegios que una vez pertenecieron a Israel. No eran sencillamente una parte de Israel; era el nuevo Israel [Ap 3.12] [Ap 21.2] [Mt 26.28] [He 8.8] [He 9.15]. Los líderes judíos se estremecían de miedo de que esta nueva y extraña enseñanza no era judaísmo estrecho, sino que extendía a todos los hombres el privilegio de Israel en la alta revelación de un Padre de todos.

A]- La comunidad en Jerusalén. Los primeros creyentes formaron una comunidad estrecha en Jerusalén, después del día de Pentecostés. Esperaban que Cristo retornara muy pronto.

Este grupo compartía sus bienes materiales [Hch 2.44–45]. Muchos vendieron sus propiedades y dieron a la iglesia el producto de la venta, la cual distribuía los recursos [Hch 4.34–35].

Los cristianos de Jerusalén todavía iban al templo a orar [Hch 2.46], pero empezaron a celebrar la Cena del Señor en sus propios hogares [Hch 2.42–4]. Esta comida simbólica les recordaba su nuevo pacto con Dios, el cual Jesucristo había hecho al sacrificar su propio cuerpo y sangre.

Dios obraba milagros de sanidad por medio de estos primeros cristianos. Los enfermos se reunían en el templo para que los apóstoles pudieran tocarlos al acudir a la oración [Hch 5.12–16]. Estos milagros convencieron a muchos que los cristianos verdaderamente estaban sirviendo a Dios. Los oficiales del templo arrestaron a los apóstoles, en un esfuerzo por suprimir el interés del pueblo en esta nueva religión. Pero Dios envió un ángel para librar de la cárcel a los apóstoles [Hch 5.17–20], lo cual produjo más emoción.

La iglesia creció tan rápidamente que los apóstoles tuvieron que nombrar siete hombres para que distribuyeran las provisiones a las viudas necesitadas. El líder de estos hombres era Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo [Hch 6.5]. Aquí vemos el principio del gobierno de la iglesia. Los apóstoles tuvieron que delegar en otros líderes algunas tareas. Con el paso del tiempo, los oficios de la iglesia se organizaron en una estructura más bien compleja.

B]- El asesinato de Esteban. Un día un grupo de judíos arrestó a Esteban y le llevaron ante el concilio del sumo sacerdote, acusándole de blasfemia. Esteban hizo una elocuente defensa de la fe cristiana, explicando cómo Jesús cumplió las antiguas profecías en cuanto al Mesías que libraría a su pueblo de la esclavitud del pecado. Denunció a los judíos como entregadores y matadores del Hijo de Dios [Hch 7.52]. Mirando al cielo exclamó que veía a Jesús a la diestra de Dios [Hch 7.55]. Esto enfureció a los judíos, quienes le llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon [Hch 7.58–60].

Esto dio comienzo a una oleada de persecución que obligó a muchos cristianos a salir de Jerusalén [Hch 8.1]. Algunos se establecieron entre los gentiles en Samaria, donde convirtieron a muchos [Hch 8.5–8]. Establecieron congregaciones en varias ciudades gentiles, tales como Antioquía de Siria. Al principio los cristianos vacilaron en recibir a los gentiles en la iglesia, porque lo veían como un cumplimiento de la profecía judía. Sin embargo, Jesús había instruido a sus seguidores: haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo [Mt 28.19]. Así que la conversión de los gentiles era nada más que el cumplimiento de la comisión del Señor, y el resultado natural de todo lo que había ocurrido antes. Así que el asesinato de Esteban dio comienzo a una era de rápida expansión de la iglesia.

II]- Esfuerzos misioneros. Cristo había establecido su iglesia en la encrucijada del mundo antiguo. Las rutas comerciales traían comerciantes y embajadores a Palestina, en donde entraban en contacto con el evangelio. Así en el libro de Hechos vemos la conversión de oficiales de Roma [Hch 10.1.48], Etiopía [Hch 8.26–40] y de otras tierras.

Poco después de la muerte de Esteban empezó un esfuerzo sistemático para llevar el evangelio a otras naciones. Pedro visitó las principales ciudades de Palestina, predicando tanto a judíos como a gentiles. Otros fueron a Fenicia, Chipre y Antioquía de Siria. Oyendo que el evangelio era bien recibido en esas regiones, la iglesia de Jerusalén envió a Bernabé para animar a los nuevos creyentes en Antioquía [Hch 11.22–23]. Bernabé entonces fue a Tarso para buscar a un joven convertido llamado Saulo. Bernabé llevó a Saulo de regreso a Antioquía, en donde enseñaron a la iglesia por más de un año [Hch 11.26].

Un profeta llamado Agabo predijo que el imperio romano sufriría una gran hambruna en tiempo del emperador Claudio. Herodes Agripa estaba persiguiendo a la iglesia de Jerusalén; ya había ejecutado a Jacobo el hermano de Jesús, y había echado a Pedro en la cárcel [Hch 12.1–4]. Así que los cristianos de Antioquía recogieron una ofrenda monetaria para enviarla a los creyentes de Jerusalén, y la enviaron por medio de Bernabé y Saulo. Estos regresaron a Jerusalén con un joven llamado Juan Marcos [Hch 12.25].

Para entonces varios evangelistas habían surgido dentro de la iglesia en Antioquía, así que la congregación envió a Bernabé y a Saulo en un viaje misionero a Asia Menor [Hch 13–14]. Este fue el primero de tres grandes viajes misioneros que Saulo [más adelante conocido como Pablo] hizo para llevar el evangelio hasta los rincones del imperio romano.

Los primeros misioneros cristianos se concentraban en las enseñanzas sobre la persona y obra de Jesucristo. Declaraban que era el Siervo e Hijo de Dios, sin pecado, que había dado su vida para expiar los pecados de todos los que pusieran su fe en Él [Ro 5.8–10]. Dios lo había resucitado para derrotar a los poderes del pecado [Ro 4.24–25] [1Co 15.17].

III]- Gobierno de la iglesia. Al principio los seguidores de Jesús no vieron ninguna necesidad de desarrollar un sistema de gobierno de la iglesia. Esperaban que Cristo regresara pronto, así que resolvían los problemas internos conforme surgían; generalmente de manera muy informal.

Cuando Pablo escribió sus cartas a las iglesias, ya los cristianos se daban cuenta de que necesitaban organizar su trabajo. El Nuevo Testamento no da ningún cuadro detallado del gobierno de la iglesia primitiva. Al parecer, uno o más ancianos [presbíteros] presidían sobre los asuntos de cada congregación [Ro 12.6–8] [1Ts 5.12] [He 13.7, 17, 24], así como los ancianos presidían en la sinagoga judía. Estos ancianos eran escogidos por el Espíritu Santo [Hch 20.20], sin embargo los apóstoles los nombraban [Hch 14.13]. De este modo el Espíritu Santo obraba por medio de los apóstoles para ordenar líderes para el ministerio. Parece que algunos ministros llamados evangelistas viajaban de una congregación a otra, así como los apóstoles. Su título quiere decir hombres que manejan el evangelio. Algunos han pensado que eran delegados personales de los apóstoles, como Timoteo lo fue de Pablo; otros suponen que se ganaron el nombre al manifestar un don especial de evangelización. Los ancianos asumían los deberes pastorales normales entre las visitas de estos evangelistas.

En algunas congregaciones las iglesias nombraron diáconos para distribuir provisiones a los necesitados y para atender otros asuntos materiales [1Ti 3.12]. Los primeros diáconos fueron los hombres de buen testimonio que los ancianos de Jerusalén nombraron para que atendieran a las viudas de la congregación [Hch 6.1–6].

Algunas cartas del Nuevo Testamento se refieren al obispo de las iglesias primitivas. Este término se presta a confusión, puesto que estos obispos no constituían el rango superior del liderazgo de la iglesia como ocurre en algunas iglesias que usan ese título hoy. Pablo les recordó a los ancianos de Éfeso que eran obispos [Hch 20.28], y parece que usa los términos anciano y obispo en forma intercambiable [Tit 1.5–9]. Tanto obispos como ancianos estaban a cargo de supervisar a la congregación. Al parecer ambos términos se refieren a los mismos ministros de la iglesia primitiva, es decir, los presbíteros.

Pablo y los otros apóstoles reconocieron que el Espíritu Santo les daba a algunas personas cierta capacidad especial de liderazgo [1Co 12.28]. Así que cuando le daban a algún creyente un título oficial, estaban confirmando lo que el Espíritu Santo ya había hecho.

En la iglesia primitiva no había centro terrenal de poder. Los cristianos comprendían que Cristo era el centro y fuente de todos sus poderes [Hch 20.28]. Ministerio quería decir servir en humildad, antes que dictar órdenes desde una oficina encumbrada [Mt 20.26–28]. Cuando Pablo escribió sus epístolas pastorales, los cristianos ya reconocían la importancia de presentar las enseñanzas de Cristo mediante ministros que se dedicaban al estudio especial que usa[n] bien la palabra de verdad [2Ti 2.15].

La iglesia primitiva no ofrecía poderes mágicos a los individuos mediante rituales o de alguna otra manera. Los cristianos invitaban a los incrédulos a su grupo, el cuerpo de Cristo [Ef 1.2] el cual sería salvo como un todo. Los apóstoles y evangelistas proclamaban que Cristo retornaría por su pueblo, la Esposa de Cristo [Ap 21.2] [Ap 22.17]. Negaban que los individuos pudieran ganar poderes especiales de Cristo para sus propios fines egoístas [Hch 8.9–24] [Hch 13.7–12].

IV]- Modelos de adoración. Al adorar congregados los primeros cristianos establecieron modelos de adoración que fueron muy diferentes de los servicios en la sinagoga. No tenemos un cuadro claro de la adoración cristiana primitiva hasta el año 150 d.C., cuando Justino Mártir describió en sus escritos los cultos típicos de adoración. Sabemos que los primeros cristianos celebraban sus reuniones el domingo, el primer día de la semana. Lo llamaron el día del Señor, porque fue el día en que Cristo resucitó de los muertos. Los primeros cristianos se reunían en el templo en Jerusalén, en las sinagogas y en los hogares [Hch 2.46] [Hch 13.14–16] [Hch 20.7–8]. Algunos eruditos piensan que la referencia a Pablo enseñando en la escuela de uno llamado Tiranno [Hch 19.9] indica que los primeros cristianos algunas veces rentaron escuelas u otros edificios. Por más de un siglo después de Cristo no tenemos evidencia de que los cristianos hayan construido edificios especiales para sus cultos de adoración. Donde eran perseguidos, tenían que reunirse en lugares secretos, tales como las catacumbas [tumbas subterráneas] en Roma.

Los eruditos creen que los primeros cristianos adoraban los domingos al anochecer, y que su culto giraba alrededor de la Cena del Señor. Pero en algún punto los cristianos empezaron a tener dos cultos los domingos, como lo describe Justino Mártir, uno temprano en la mañana y al caer la tarde. Las horas se escogían en secreto y para favorecer a las personas que trabajaban y que no podían asistir a los servicios durante el día.

A]- Orden de la adoración. Generalmente el culto de la mañana era un tiempo de alabanza, oración y predicación. El culto de adoración espontáneo del día de Pentecostés, sugiere un modelo que tal vez se usaba en general. Primero, Pedro leyó las Escrituras. Luego predicó un sermón que aplicaba las Escrituras a la situación presente de los fieles [Hch 2.14–42]. La gente que recibía a Cristo era bautizada, siguiendo el ejemplo del mismo Cristo. Los fieles participaban en cantos, testimonios y palabras de exhortación para completar el culto [1Co 14.26].

B]- La Cena del Señor. Los primeros cristianos comían la comida simbólica llamada la Cena del Señor para conmemorar la última cena, en la cual Jesús y sus discípulos celebraron la fiesta judía tradicional de la Pascua. Los temas de las dos celebraciones eran los mismos. En la Pascua, los judíos se alegraban porque Dios los había librado de sus enemigos y miraban con expectación a su futuro como hijos de Dios. En la Cena del Señor, los cristianos celebraban cómo Jesús los había librado del pecado y expresaban su esperanza por el día cuando Cristo retornaría [1Co 11.26].

Al principio la Cena del Señor consistía de una comida completa que los cristianos comían en los hogares. Cada invitado traía un plato para la mesa común. La comida empezaba con una oración común, y comiendo pedacitos de una sola hogaza de pan que representaba el cuerpo partido de Cristo. La comida concluía con otra oración y la participación de una copa de vino, que representaba la sangre derramada de Cristo.

Algunas personas especulan que los cristianos participaban en un rito secreto al observar la Cena del Señor, y se inventaron historias extrañas respecto a estos cultos. Alrededor del año 100 d.C. el emperador romano Trajano prohibió las reuniones secretas. Entonces los cristianos empezaron a celebrar la Cena del Señor durante los cultos de adoración en la mañana, abiertos al público.


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LA IGLESIA PRIMITIVA [2Parte]

C]- El bautismo. En el tiempo de Pablo el bautismo era un suceso común de la adoración cristiana [Ef 4.5]. Sin embargo, los cristianos no fueron los primeros en usar el bautismo. Los judíos bautizaban a los gentiles que se convertían, algunas sectas judías practicaban el bautismo como símbolo de purificación, y Juan el Bautista hizo del bautismo una parte importante de su ministerio. El Nuevo Testamento no dice si Jesús bautizaba regularmente a los que se convertían, pero por lo menos en una ocasión antes del encarcelamiento de Juan se dice que bautizaba. [Puede haber sido, sin embargo, el bautismo de Juan el que administraba]. En cualquier caso, los primeros cristianos eran bautizados en el nombre de Jesús, siguiendo el ejemplo de Jesús [Mc 1.10] [Gá 3.27].

Parece ser que los primeros cristianos interpretaron de varias maneras el significado del bautismo: como símbolo de la muerte de la persona al pecado [Ro 6.4] [Gá 2.12], de limpieza de pecados [Hch 22.16] [Ef 5.26], y de la nueva vida en Cristo [Hch 2.41] [Ro 6.3]. Ocasionalmente se bautizaba la familia entera de un nuevo convertido [Hch 11] [Hch 16] [1 Co 1.16], que pudiera haber significado el deseo de la persona de consagrar a Cristo todo lo que tenía.

D]- El calendario de la iglesia. El Nuevo Testamento no da evidencia de que la iglesia primitiva celebrara días festivos, aparte de celebrar sus cultos de adoración el primer día de la semana [Hch 20.7] [1Co 16.2] [Ap 1.10]. Los cristianos no guardaron el domingo como día de descanso sino hasta el siglo cuarto d.C., cuando el emperador Constantino designó el domingo como día santo para todo el imperio romano. Los primeros cristianos no confundían el domingo con el sábado judío, y no trataron de aplicar al domingo la legislación del sábado.

El historiador Eusebio nos dice que los cristianos celebraron la Pascua de Resurrección desde los tiempos apostólicos; [1Corintios 5.6–8] tal vez se refiera a tal celebración. La tradición dice que los primeros cristianos celebraron la resurrección en el tiempo de la Pascua judía. Alrededor del año 120 d.C. la iglesia católico romana cambió la celebración al domingo después de la Pascua, mientras que la iglesia Ortodoxa Oriental continuó celebrándola durante la Pascua.

V]- Conceptos neotestamentarios de la iglesia. Es interesante estudiar los varios conceptos neotestamentarios en cuanto a la iglesia. Las Escrituras se refieren a los primeros cristianos como familia y templo de Dios, como rebaño y esposa de Cristo, como sal, levadura, pescadores, baluarte de la verdad de Dios, y de muchas otras maneras. Se pensaba de la iglesia como un solo compañerismo mundial de creyentes, del cual cada congregación local era un resultado y muestra. Los primeros escritores cristianos se refirieron a la iglesia como el cuerpo de Cristo y el nuevo Israel. Estos dos conceptos revelan mucho de la comprensión de los cristianos respecto a su misión en el mundo.

A]- El cuerpo de Cristo. Pablo describe a la iglesia como un cuerpo en Cristo [Ro 12.5] y su cuerpo [Ef 1.23]. En otras palabras, la iglesia abarca en una sola comunidad de vida divina a todos los que están unidos a Cristo por el Espíritu Santo a través de la fe. Ellos son partícipes de su resurrección [Ro 6.8], y son llamados y capacitados para continuar el ministerio de Cristo de servir y sufrir para bendecir a otros [1Co 12.14–16]. Están unidos en una comunidad para encarnar el reino de Dios en el mundo.

Debido a que estaban unidos a otros cristianos, estas personas comprendían que lo que hacían con sus propios cuerpos y capacidades era muy importante [Ro 12.14] [1Co 6.13–19] [2Co 5.10]. Comprendían que las varias razas y clases llegan a ser una en Cristo [1Co 12.3] [Ef 2.14–22], y deben aceptarse unos a otros de manera que esto se demuestre en la realidad.

Al describir a la iglesia como el cuerpo de Cristo, los primeros cristianos hicieron hincapié en que Cristo era cabeza de la iglesia [Ef 5.25]. Cristo dirigía sus acciones y merecía toda alabanza. Todo su poder para adorar y servir era don divino.

B]- El nuevo Israel. Los primeros cristianos se identificaron con Israel, el pueblo escogido de Dios. Creían que la venida y ministerio de Jesús cumplió la promesa de Dios a los patriarcas [Mt 2.6] [Lc 1.68] [Hch 5.31], y sostenían que Dios había establecido un nuevo pacto con los seguidores de Jesús [2Co 3.6] [He 7.22] [Hch 9.15].

Ellos sostenían, que Dios había establecido su nuevo Israel sobre la base de la salvación personal, antes que por linaje familiar. Su iglesia era una nación espiritual que transcendía todo linaje cultural y nacional. Cualquiera que ponía su fe en el nuevo pacto de Dios al entregarle su vida a Cristo se convertía en descendiente espiritual de Abraham y como tal, parte del nuevo Israel [Mt 8.11] [Lc 13.28–30] [Ro 4.9–25] [Ro 11] [Gá 3–4] [He 11–12].

C]- Características comunes. Algunas cualidades comunes emergen de las varias imágenes de la iglesia que hallamos en el Nuevo Testamento. Todas muestran que la iglesia existe debido a que Dios la hizo existir. Cristo ha comisionado a sus seguidores para que continúen con su obra, y esa es la razón de la existencia de la iglesia.

Las varias imágenes de la iglesia que hallamos en el Nuevo Testamento recalcan que el Espíritu Santo capacita a la iglesia y determina su dirección. Los miembros de ella participan de una tarea común y un destino común bajo la dirección del Espíritu.

La iglesia es una entidad activa, viva, exhibe la manera de vida que Dios propuso para toda persona, y proclama la Palabra de Dios para la era presente. La unidad y pureza espiritual de la iglesia está en agudo contraste a la enemistad y corrupción del mundo. Es responsabilidad de la iglesia en cada una de las congregaciones en particular en las que se hace visible, practicar unidad, amor e interés de manera que muestre que Cristo verdaderamente vive en los que son miembros de su cuerpo, de modo que la vida de ellos sea la vida de Cristo en ellos.

VI]- Doctrinas del Nuevo Testamento. La Biblia establece las enseñanzas fundamentales de la fe cristiana. La iglesia primitiva vivió de acuerdo a estas doctrinas y las preservó para nosotros. Enfoquemos nuestra atención en cómo el Nuevo Testamento presenta al cristianismo.

A]- Vivir en Cristo. Primero que nada, se nos dice que Dios el Padre pone a los cristianos en comunión consigo mismo, como hijos en su familia, mediante la muerte y vida resucitada de Jesucristo, el eterno Hijo de Dios. Como Pablo escribió: Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo [2Co 5.19]. Así el Hijo eterno tomó carne humana. Jesús de Nazaret, plenamente Dios y plenamente hombre, reveló el Padre al mundo. Los primeros cristianos se veían como pueblo mediante el cual creéis en Dios [1P 1.21]. Hallaron nueva vida en Jesucristo, y llegaron a estar unidos con el Dios viviente por medio de él [Ro 5.1].

Jesús prometió que, habiendo nacido de nuevo los seres humanos hallarían su relación apropiada con Dios y entrarían salvos al reino de Dios [Jn 3.5–16] [Jn 14.6]. Los cristianos primitivos proclamaron este sencillo pero asombroso mensaje en cuanto a Jesús.

Toda religión importante del mundo ha proclamado que su fundador tenía un conocimiento único respecto a las verdades eternas de la vida. Pero los cristianos afirman incluso más, porque Jesús mismo nos dijo que él es la verdad, no solo uno que enseña la verdad [Jn 14.6] Los cristianos del primer siglo rechazaron las religiones y filosofías paganas de su día, para aceptar al Verbo de Dios encarnado.

B]- Enseñar la doctrina correcta. La religión pagana de Roma era un rito más que una doctrina. En efecto, el emperador declaraba: Esto es lo que debes hacer, pero puedes pensar como te plazca. Los fieles romanos creían que necesitaban tan solo realizar las ceremonias apropiadas de la religión, sea que las comprendieran o no. En lo que a ellos se refería, un escéptico hipócrita podía ser tan religioso como el creyente verdadero, en tanto ofreciera sacrificio en el templo de los dioses.

Por otro lado, los primeros cristianos insistieron en que tanto la creencia como la conducta son vitales, y que las dos van mano a mano. Tomaron en serio las palabras de Jesús de que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad [Jn 4.24]. Lo que un cristiano creía en su cabeza y sentía en su corazón, lo haría con sus manos. Así que los primeros cristianos obedecían a Dios [1Jn 3.22–24], y contradecían y se oponían a los que se llamaban cristianos que trataban de esparcir falsas enseñanzas [1Tim 6.3–5].

Esto es esencialmente lo que queremos decir cuando hablamos de cristianismo. Es una nueva vida en Jesucristo, que trae genuina obediencia a sus enseñanzas.

El artículo sobre Jesucristo describe sus enseñanzas en detalle. Aquí recalcaremos las diferencias entre lo que Jesús y sus seguidores enseñaban, y lo que enseñaban sus vecinos paganos.

C]- La doctrina de Dios. Casi toda religión importante enseña que algún Ser Superior gobierna el universo, y que la naturaleza demuestra que este Ser todopoderoso está obrando. Estas religiones con frecuencia describen a tal ser en términos de fuerzas naturales, tales como el viento y la lluvia. Pero los cristianos primitivos no miraban a la naturaleza en busca de la verdad de Dios; miraban a Cristo. Creían que Jesús reveló completamente al Padre celestial [Col 2.9]. Así comprendían a Dios en términos de Jesús, y basaban en la vida de Cristo su doctrina de Dios.

D]- Dios como Padre personal. Jesús enseñó a sus discípulos que Dios es Mi Padre y vuestro Padre [Jn 20.17]. En otras palabras, les mostró que Dios se interesaba por ellos personalmente, así como un padre humano se preocupa por sus hijos. Se atrevió a hablar a Dios el Creador como un hijo le habla a su padre, y les dijo a sus discípulos que Dios le había dado todas las cosas [Mt 11.27].

Jesús explicó que Dios ama a los que le reciben [a Jesús] en sus vidas [Jn 17.27]. Les recordó a sus seguidores que el Padre Dios se preocupa por los detalles más pequeños de sus necesidades diarias [Mt 6.28–32].

Jesucristo enseñó que su Padre es santo, y que él y el Espíritu Santo comparten la misma santidad y actúan en concordancia con ella [Jn 15.23–26]. A diferencia de los dioses de la mitología griega y romana, que eran iracundos e inmorales, el verdadero Dios es justo y recto [Lc 18.19]. Interviene para salvar a su pueblo de su pecado. Jesús explicó que para este fin Dios lo había enviado al mundo; trajo la misericordia de Dios a una humanidad pecadora y moribunda, y en él vemos cumplido el propósito santo de Dios [Jn 15.9–14]. De nuevo, vemos a Jesús recalcando el amor personal que Dios tiene por todo ser humano.

Jesús demostró en su propio ministerio este amor. Hizo todo lo posible por hallar personas que sufrían por los efectos del pecado, para poder librarlos. Los rabinos daban la bienvenida al pecador en su arrepentimiento. Pero ir a buscar al pecador, era algo nuevo en la historia religiosa de Israel.

Jesús estuvo dispuesto a pagar cualquier precio, incluso el precio de la muerte, para salvar a la humanidad de las garras del pecado. Es más, cuando uno de sus discípulos le aconsejó que no lo hiciera, replicó: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! [Mt 16.23]. Jesús demostró que Dios es el gran Rescatador que los profetas del Antiguo Testamento habían descrito [Is 53].

Jesús también derribó los límites nacionales estrechos que los judíos habían levantado alrededor de Dios. Jesús extendió el amor de Dios a todas las personas, de toda raza y nacionalidad. Envió a sus discípulos por todo el mundo para que ganaran a los hombres para Dios [Mr 16.15]. Los cristianos primitivos obedecieron este mandamiento, llevando el evangelio al judío primeramente, y también al griego [Ro 1.16].

E]- La doctrina de la redención. Jesús enseñó que Dios redime a los individuos así como a las naciones. Esto fue un pensamiento radicalmente nuevo en el mundo judío. Sin embargo la doctrina de la salvación personal era el corazón de la enseñanza cristiana.

F]- El Dios Creador. La doctrina cristiana de la salvación se erguía sobre el hecho de que Dios creó a la raza humana. Incluso esto era una idea impopular en los días de Jesús.

Muchos filósofos griegos y adeptos a sectas insistían en que Dios no podía haber hecho este mundo malo, y que éste emanó de Dios mediante algún proceso natural, así como las olas emanan cuando se lanza una piedra en un lago. Pero el Antiguo Testamento mostró que Dios creó el mundo por iniciativa propia. Escogió hacerlo así. Y debido a que Dios creó el mundo, podía tratar con él como quisiera [Is 40.28] [Ro 1.20]. Los sectarios creían que las fuerzas del mal habían distorsionado las emanaciones de Dios, corrompiendo al mundo.

La Biblia enseña que Dios creó al mundo perfectamente, e hizo al hombre a su propia imagen, pero éste escogió rebelarse contra él [Gn 3]. Los griegos creían que las fuerzas del bien y del mal tenían al mundo en un impasse; pensaban que el mal había corrompido al bien, y el bien evitaba que el mal se apoderara del control absoluto del mundo. Los cristianos rechazaron esa idea; y enseñaban que el mundo todavía le pertenece a su Creador, y que las fuerzas del mal no pueden finalmente prevalecer. El mal tiene solo la influencia que Dios le permite tener [Ro 2.3–10] [Ro 12.17–21].

G]- El hombre caído. Jesús le dio al mundo una nueva comprensión del hombre. Sus seguidores se dieron cuenta de que cada persona es un hijo perdido de Dios que el Padre está tratando de restaurar a la familia, mediante Cristo [Jn 1.10–13] [Ef 2.19].

Los mitos griegos decían que el hombre es una mezcla extraña de espíritu y carne, llevada de aquí para allá por las fuerzas impredecibles del mundo. Los mitos orfeicos [relatos que tienen que ver con el dios griego Orfeo] insistían en que el hombre tenía una naturaleza interna como los dioses. Platón había tomado esta idea en su filosofía del Mundo Alma; opinaba que los seres humanos tenían una chispa de inteligencia divina, y que un hombre se vuelve más semejante a un dios conforme desarrolla su intelecto y capacidad para razonar.

Las Escrituras contradicen esta idea griega sobre el hombre. Sabían que la prueba más importante del carácter de un hombre era su fibra moral, no su intelecto; y en estos términos ¡el hombre ciertamente no podía aducir ser semejante a Dios! Como está escrito, les dijo Pablo a los cristianos en Roma; no hay justo, ni aun uno [Ro 3.10]. Los primeros cristianos creían que, aun cuando el hombre es totalmente indigno del amor de Dios, Dios continúa buscándolo y tratando de traerlo de regreso a la comunión santa con Él [Ro 5.6–8].

Los primeros predicadores cristianos hablaban claramente sobre la caída del hombre de la gracia de Dios en el huerto del Edén. Reinó la muerte desde Adán, escribió Pablo, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán [Ro 5.14]. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados [1Co 15.22] [1Co15.45].

Los cristianos creían que el pecado de Adán en el Edén fue el primer acontecimiento clave de la historia humana. Esto quería decir que el hombre era una criatura caída que necesitaba regresar a Dios.

H]- La naturaleza del pecado. Escritores griegos y romanos criticaban la inmoralidad del mundo antiguo, pero no tenían un concepto definido del pecado. Temían que la vida descontrolada destruiría la armonía de su sociedad, pero de ninguna manera pensaban que la inmoralidad ofendía a los dioses. ¿Por qué debería hacerlo? Según sus mitos, los dioses eran más lujuriosos y avarientos que lo que el hombre jamás podría imaginar.

Jesús enseñó que el pecado definido en [1Jn 3.4] como infracción de la ley es rebelión contra Dios; es la decisión humana de despreciar el amor de Dios y rechazar su camino, y esto trae juicio. Porque si no creéis que yo soy [es decir, el Redentor], en vuestros pecados moriréis [Jn 8.24]. Jesús predijo que el Espíritu Santo convencería al mundo de pecado porque no creen en mí [Jn 16.9]. El hombre escoge pecar, y a los ojos de Dios es plenamente responsable por su posición.

I]- La muerte sacrificial de Jesús. Los sacerdotes del Antiguo Testamento ofrecían por los pecados del pueblo sacrificios de animales y rociaban la sangre sobre el altar. Jesús les dijo a sus discípulos que él derramaría su sangre para remisión de los pecados [Mt 26.28]. Dios mismo, en la persona de Jesucristo, estuvo dispuesto a entregarse para morir por los pecados del hombre. De esta manera cerró la brecha que el pecado había abierto entre sí mismo y el hombre. La encarnación del eterno Hijo de Dios le permitió ser el sacrificio final por el pecado.

Jesús se entregó a las autoridades judías que se ofendían del mensaje que él trajo al mundo. Le acusaron de pervertir a la nación al enseñar a sus seguidores que era el largamente esperado prometido Mesías [Lc 23.2]. Jesús no había violado ninguna ley romana, pero el gobernador romano Poncio Pilato permitió que sus soldados ejecutaran a Jesús para apaciguar a los líderes judíos. Jesús no fue culpable de quebrantar ninguna ley ni de Dios ni del hombre; incluso su traidor Judas Iscariote confesó: Yo he pecado entregando sangre inocente [Mt 27.4]. Sin embargo los centuriones romanos clavaron a Jesús en la cruz como si fuera un criminal común. Es más, Cristo llegó a ser el puro sacrificio de Dios por el pecado del hombre, y los primeros cristianos enfatizaban esto en su predicación y enseñanza [He 10].

J]- La resurrección de Jesús. Los cristianos declaraban que el ministerio de Jesús no había terminado en la cruz, porque Dios levantó a Jesús de la tumba. Jesús ministró entre sus discípulos por varias semanas antes de que Dios le llevara para que se sentara a su diestra en el cielo [Hch 7.56].

Los cristianos primitivos le dijeron al mundo cómo habían sido testigos de la muerte, resurrección y ascensión de Jesús. Esto electrizó al imperio romano, e hizo que muchas personas consideraran a los cristianos como un grupo de fanáticos [Hch 17.6]. Pero Pablo les dijo a sus amigos cristianos: Si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron [1Co 15.17-18].

K]- El reino de Dios. Ya hemos notado que Jesús se concentró en la salvación divina del individuo; pero también enseñó que Dios trae a su pueblo a una gran comunidad de redimidos, el dominio de la soberanía salvadora de Dios, a la cual llamó el Reino de Dios. En este Reino (al presente expresado en la iglesia), Dios requería que su pueblo viviera una vida de amor fraternal. Debían practicar la ética de Cristo y trabajar por la redención de toda la humanidad. Jesús no limitó el Reino a los judíos; explicó que pertenecía a cualquiera que produzca los frutos de él [Mt 21.43]. El Evangelio de Mateo en particular registra muchas parábolas [ilustraciones de la vida real] sobre el reino; véase especialmente [Mt 20.1–16] [Mt 22.2–14] [Mt 25.1–30].

Nótese que muchas de estas parábolas señalan el fin de los tiempos, cuando Dios reunirá a todo el pueblo de su reino eterno para reinar con él para siempre. Los primeros evangelistas cristianos recalcaban el mensaje de Jesús acerca del fin de los tiempos, porque creían que vivían en los últimos días. Esto motivó a los cristianos a llevar el evangelio hasta los rincones del imperio romano. Tenían un deseo ardiente de ganar a las almas perdidas para Jesucristo antes de que llegara el fin.

! Gracia y Paz a vosotros ¡

sábado, abril 17, 2010

EL DISCIPULO DE CRISTO [1 Parte]


[El precio del discipulado]

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo [Mateo 28:19]

DISCIPULO: [alumno o aprendiz]. Termino usado para designar a los seguidores de Juan el Bautista [Mateo 22:16], y sobre todo a los de Jesucristo [Mateo 10:24]. El discípulo es más que un alumno que se sienta a escuchar; es un aprendiz que sigue a su Maestro y aprende a su lado. A veces discípulos se refiere en especial a los Apóstoles [Mateo 10:1] [Mateo 11:1], pero en otras ocasiones a los creyentes en general [Mateo 10:42] [Hechos 6:1-7].

Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. [Lucas 14:25-27].

Jesús enseña que quien quiera seguirlo y ser su discípulo primero debe decidir si está dispuesto a pagar el precio. El verdadero costo del discipulado es la entrega de todos los parientes y todas las posesiones, es decir, todo lo que tiene: Bienes materiales, su familia, sus deseos, planes e intereses y su propia vida. Eso no significa que deba rechazar todo lo que tiene, sino que debe ponerlo al servicio de Cristo y bajo la dirección de Él; aceptar a Jesucristo como Señor no solo requiere creer la verdad del evangelio sino también dedicarse a seguir a Cristo de manera abnegada; cada día hay que optar por negarse a sí mismo o vivir para satisfacer sus propios deseos egoístas; de manera que esa opción determinará el destino eterno de cada persona.

Versículos a memorizar: [Marcos 8:34] [Lucas 13:24] [Mateo 7:14] [2Timoteo 3:12]

En el Nuevo Testamento encontramos diversos nombres para el creyente de Jesucristo, así como diversos tipos de creyentes.

Cristianos: por primera vez en Antioquia. [Hechos 11: 26].

Testigos: es utilizado en el comienzo de la iglesia cristiana [Hechos 1: 8]; [Hechos 1:22]; [Hechos 2:32]; [Hechos 3:15]; [Hechos 5:32].

Santos: también se utiliza este término en [Hechos 9:32- 41]. Pablo lo menciona mucho al comienzo de sus cartas. [2 Corintios 1:1] [Efesios 1:1] [Filipenses 1:1] [Colosenses 1:1].

Discípulos:

De estos nombres el que más se utiliza en los evangelios y en el libro de los Hechos es el de "discípulos". Este término es el que más debe ajustarse a lo que era Jesús, Maestro de Galilea; porque en Él se encierra toda la enseñanza de la Doctrina de cómo debe ser la manera del hombre. [Lucas 6: 40]. El discípulo no es superior a su maestro; mas todo aquel que fuere perfeccionado, será como su maestro. Y precisamente el modelo a seguir es Jesús, y a partir de allí es una constante perfección hasta el día de la redención de nuestros cuerpos.

Por otro lado la Gran Comisión de Jesús fue: [Mateo 28: 19- 20] Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. La meta de la Gran Comisión de Dios es hacer discípulos, [Romanos 8: 29] Porque a los que antes conoció, también los predestino para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos.

El Señor aprovechó la oportunidad de las multitudes reunidas para enseñarles acerca del Reino de Dios. Los que oyen, reciben, creen y ponen en práctica la palabra, el cual seguirán el camino del discipulado; mientras que los que no reciben, ni digieren la palabra quedarán postrados en el camino. [Mateo 7:24-29] [Juan 6:60-69].

Dios lleva a cabo su obra en este mundo por medio de ese grupo pequeño de discípulos incondicionales, que enfrentan el camino de la cruz y la negación de sí mismos. [Marcos 8: 34].

Veamos algunos ejemplos:

Gedeón y los 300 hombres. [Jueces 7:1-7].

Fueron desechados los temerosos y los que no pasaron la prueba.

Elías, Eliseo y los profetas. [2 Reyes 2:1-15].

El Señor hace la selección de estos hombres y mujeres mediante las demandas del discipulado. Estas demandas las encontramos resumidas en [Lucas 14:25-33].

Más importante que los sentimientos y lazos familiares. [Lucas 14:26].

Más importante que mi propia vida. [Lucas 14:26] [Gálatas 2:20].

La senda de la cruz y el seguimiento. [Mateo 7:13].

Más importante que las posesiones de este mundo. [Filipenses 3:7-10].

Las posesiones materiales, mis propios argumentos y filosofías, mi vieja vida, mis capacidades humanas, mis talentos humanos y todo eso debe y tiene que estar bajo el señorío de Cristo en mi vida. La vida del discípulo se identifica por estar caminando bajo el señorío de Cristo y su voluntad.

"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mi". [Gálatas 2:20].

Parecen muy duras las demandas del discipulado, pero Jesús es nuestro ejemplo en todo y también en este aspecto.

El se entregó todo, se despojó de lo que era [Filipenses 2]; y pide lo mismo de sus seguidores. Nada más ni nada menos. El fue exaltado hasta lo sumo. El discípulo será exaltado cuando fuere tiempo. [1 Pedro 5:6].

Veamos lo que ocurrió con los discípulos del Señor:

Eran hombres decididos, aunque tenían debilidades humanas y se equivocaban muchas veces: Pedro [Mateo 16: 21–23], Juan y Jacobo [Mateo 20: 20–28], todos los demás discípulos [Mateo 16: 5–12] [Mateo 19: 13–15]. Fueron reprendidos por el Señor.

Los dos de Emús [Lucas 24:25-27]. Fueron amonestados por el Señor.

Sintieron el temor a sus propias decisiones de seguir en pos del Maestro. Cuando Jesús fue detenido [Mateo 26: 56].

En Samaria [Juan 4: 3–4-8-31-34]. Caminando por caminos polvorientos de arriba hacia abajo.

Sin descanso [Marcos 6:30-35].

Se atrevieron a poner a prueba su fe en Dios y Sus promesas. [Mateo 14: 27-33].

Los discípulos [Hechos 4:29-31] [Marcos 16:15-20].

El desarrollo del fruto después de haber vivido todo aquello:

Vieron la gloria de Dios. [Lucas 9:28-36].

Fueron defendidos por el Señor. [Mateo 12:1-8] [Mt.15:1-20]

Les fue dada autoridad para sanar. [Mateo 10:1].

Les fue dado poder sobre los demonios. [Lucas 9:1]

Sus nombres fueron escritos en el Libro de la Vida. [Lucas 10:17-20]

Fueron llenos del Espíritu Santo. [Hechos 2:4].

Influyeron en todo el mundo conocido. [Hechos 17: 6-7] [Hechos 16: 19-20].

Tuvieron la revelación de Dios. [Marcos 4:33-34] [Juan 15:15] [Marcos 4:10-11].

Todo aquello por lo que pasaron los discípulos de Jesús, es un vivo ejemplo y lo que cuesta seguir al Maestro, ellos también tomaron la cruz, la negación absoluta de sus propias vidas, y después como recompensa final la vida eterna.

Aquellos hombres del vulgo, comunes, con una vida monótona [pescadores, cobradores de impuestos, etc.]; entraron a formar parte de un Plan glorioso para todos los siglos. Han sido un ejemplo para el mundo, una bendición; y ahora están en el gozo de su Señor. Todo ello porque un día respondieron afirmativamente y en plenitud al llamado del Señor.

Dios busca, hoy también, esa clase de hombres [Mateo 9:35-38], para llevar a cabo su Plan en nuestros días. ¿Qué respuesta vamos a darle?

El Señor pasa revista a sus tropas para la batalla. ¿Estarás dispuesto? [Isaías 13:3-4).

[Isaías 6:8] Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviare, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.

A continuación veremos algunas áreas en la vida del discípulo.

1]- EL DISCIPULO Y EL LLAMAMIENTO.

El comienzo en la vida del discipulado es el llamamiento. Este llamamiento es de Dios, nunca de los hombres, ni de comités, ni organizaciones, ni de concilios, ni de pastores, etc.

-Dios toma la iniciativa. [Juan 15:16].

Nos escoge antes de la fundación del mundo. [Efesios 1:4] [Romanos 8:29-30] [Jeremías 1:5].

Nos aparta desde el vientre de la madre.

Veamos algunos ejemplos:

-Israel [Isaías 49:1-3].

-Moisés [Éxodo 2:1-10].

-Sansón [Jueces 13:2-5-24-25].

-Samuel [1 Samuel 1:10-11-20-28].

-Isaías [Isaías 49:5].

-Juan el Bautista [Lucas 1:13-15].

Luego la responsabilidad cada uno de nosotros responder a ese llamado. [Mateo 4:18-22] [Mateo 9:9] [Hechos 9:1-615-16] [Hechos 22:6-16].

Ese llamamiento comienza a funcionar, trabajando y sirviendo. [Hechos 9: 20].

La iglesia confirma el llamado mediante la dirección del Espíritu Santo. [Hechos 13:1-4].

En todo este proceso, nuestra propia voluntad es una parte vital para el buen desarrollo del llamado de Dios.

Muchos pusieron obstáculos y "peros" al ser llamados.

Veamos algunos ejemplos:

- [Moisés] "Señor, soy tartamudo" [Éxodo 4:10-12].

- [Jeremías] "Señor, no se hablar, soy niño" [Jeremías 1:6].

- [Jonás] "Se levantó para huir de la presencia de Dios" [Jonás 1:3].

Otros rechazaron el llamado por diversas causas.

Ejemplos:

-[El joven rico] "Se fue triste porque tenía muchas posesiones" [Mateo 19:22].

-[Un escriba] "Señor, te seguiré a donde quiera que vayas. Jesús le dijo: El Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza". [Mateo 8: 19-20] [Lucas 9:57-58].

-[El señor tardío] "Señor, déjame que primero entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a los muertos; y tu ve y anuncia el reino de Dios". [Lucas 9:59-60].

-[El sentimental] "Te seguiré, Señor; pero déjame que primero me despida de mis familiares. Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios". [Lucas 9:61-62].

Y otros respondieron inmediatamente al Señor.

Ejemplos:

-[Eliseo] "Dejando los bueyes vino corriendo en pos de Elías...

Después se levantó y fue tras Elías, y le servía". [1Reyes 19:19-21].

-[Isaías] "Heme aquí, envíame a mi" [Isaías 6:8].

-[Pedro y Andrés] "... Dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron" [Mateo 4:22] [Lucas 5:11].

-[Mateo] "Y dejándolo todo, se levantó y le siguió" [Lucas 5:28].

-[Pablo] "Señor, ¿Qué quieres que yo haga?" [Hechos 9:6].

Es importantísimo el comienzo de la conversión. Una respuesta clara y radical rompe con la vieja vida y los vicios. Aunque seamos llamados "fanáticos", habrá una base firme para el futuro. Luego vendrá el equilibrio, cuando estemos más afirmados en la fe.

2]- EL DISCIPULO Y LA CRUZ.

Todos sabemos que este término se ha mal interpretado muchísimo. Para muchas personas llevar la cruz tiene que ver con una enfermedad, un problema en la familia, etc. Pero, nada de eso tiene que ver con el significado bíblico en la vida del discípulo. Jesús dijo en varias ocasiones que es un requisito previo para comenzar en el discipulado. "El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo". [Lucas 14: 27].

Que significa llevar la cruz.

Alguien lo ha definido de la siguiente manera: "La cruz es el emblema de la persecución, la vergüenza y el abuso que el mundo cargó sobre el Hijo de Dios, y que el mundo cargará sobre todos aquellos que elijan ir en contra la corriente".

- La cruz significa decir la verdad en todo momento, andar en la luz y reprender las obras de las tinieblas. [Efesios 5:7-12].

- La cruz significa no avergonzarse del Señor delante de los hombres. [Lucas 12:8-9].

- La cruz es locura para muchos [incluidos cierto tipo de creyentes], pero para nosotros es poder de Dios. [1 Corintios 1:18].

- La cruz vacía nos habla de la victoria del Señor sobre el pecado y Satanás. [1Juan 3:5-8].

- La cruz nos habla de que hemos sido redimidos de la maldición de la ley, para que en Cristo Jesús nos alcanzase la bendición de Abrahán. [Gálatas 3:13-14].

Lo que significa para Pablo.

- Persecución. [Gálatas 6:12] [Gálatas 5:11].

- Muerte al mundo. [Gálatas 6:14].

- Una larga lista de sufrimientos. [2 Corintios 6:3-10] [2 Corintios 11:23-28].

¿Cuántos estamos dispuestos a caminar por esta senda, la de la cruz? "El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo". [Lucas 14:27]. Hay los que quieren ser discípulos sin andar en el camino de la cruz. Buscan, más bien, la gloria del mundo y de los hombres que la gloria de Dios. [Juan 12:42-43] [Gálatas 1:10].

Razones para llevar la cruz.

- "¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente". [Juan 6:68-69].

Saber quién es Jesús.

Muchos no le conocieron y volvieron atrás.

- "Si somos muertos con Él, también viviremos con El. [2Timoteo 2: 11] [Juan 12:24-26] [Mateo 10:39] [Mateo 16:25] [Marcos 8:35].

- "Si sufrimos, también reinaremos con Él". [1Timoteo 2:12] [Lucas 22:29-30] [Mateo 19:28] [Mateo 25:34] [Apocalipsis 20:4].

- Tenía la mirada puesta en el galardón". [Hechos 11:24-26] [Mateo 5:11-12] [Apocalipsis 11:12] [2 Corintios 5:10] [1Corintios 3:8-14].

- Por amor. [Lucas 7:36-50].

Hay un por qué hacer las cosas en el Reino de Dios. Hay resultados y consecuencias en nuestras vidas que tienen un alcance eterno. Estamos tejiendo el vestido de lino fino, que son las acciones justas de los santos. [Apocalipsis 19:8] [Efesios 2:10].

3]- EL DISCIPULO Y LA RENOVACION DE LA MENTE.

Para entender la renovación de la mente y como se efectúa, analicemos un poco otra propiedad del espíritu humano: La conciencia.

Nota: El diccionario de la Lengua Española hace una diferencia entre mente y conciencia, aunque en nuestro estudio veremos que van muy unidas y a veces es difícil separarlas. La mente es situada en el alma, "Potencia intelectual del alma"; y la conciencia en el espíritu, "Propiedad del espíritu humano".

La Biblia en [Tito 1:15] las separa. "Hasta su mente y su conciencia están corrompidas".

Conciencia: Conocimiento interior del bien que debemos hacer y del mal que debemos evitar.

Ahora bien, la conciencia necesita tener una regla fija por la cual guiarse y poder realizar su función lo más correctamente posible.

Los hombres eligen sus propias reglas de conciencia según sean sus ideas políticas, filosofías, culturales, sociales, etc. Sin embargo, Dios nos ofrece una alternativa y una salida para éste conflicto: Su Palabra escrita.

"La Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, redargüir [convertir el argumento contra el que lo hace], corregir, instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra". [2Timoteo 3:16-17].

Los que tomamos esta regla como guía para nuestra conciencia, tendremos una percepción bien cercana a la verdad; ya que está fundamentada en el pensamiento de Dios, Tres veces Santo, que conoce con perfección lo que es bueno y lo que es malo. Dios, Creador, sabe con certeza lo que beneficia y daña al hombre. Al igual que el diseñador de un reloj, sabe lo que está bien o mal porque conoce el material empleado.

El que tiene por regla de su conciencia la Palabra de Dios, alcanzará la sabiduría y entendimiento. [Salmos 111:10] [Salmos 119:97-104].

He aquí la importancia para los cristianos de alimentarnos de las Escrituras de Dios. Por ellas discerniremos lo bueno de lo malo, y conoceremos la voluntad de Dios. [Hebreos 5:13-14] [Romanos 12:2] [Colosenses 3:16].

Cada persona que viene a los pies de Cristo para alcanzar la salvación, trae consigo un cúmulo de experiencias, pensamientos, y mala conciencia que necesitan ser restaurados, renovados y limpiados.

¿Como ser limpio de la conciencia? [Hebreos 10:22].

- Por la sangre de Jesús. [Hebreos 9:13-14] [1Juan 1:7].

- Día a día por la palabra. [Juan 15:3] [Juan 13:10] [Juan 17:15-19] [Efesios 5:26].

- En la comunión con el Señor. [2 Corintios 3:18) [1Juan 1:7].

- En la comunión y renovación del Espíritu Santo. [2 Corintios 13:14] [Tito 3:5].

- En la esperanza de la venida del Señor. [1Juan 3:1-3].

Así entramos en la importancia de vivir en la renovación de la mente.

La mente renovada

Es la mente del creyente [1Corintios 2:16], y además está en un proceso de renovación contínua. Es un mandato de Dios. [Romanos 12:2] [Efesios 4:23] [Filipenses 4:8].

Nuestra meta es alcanzar los pensamientos de Dios. [Isaías 55:8-9].

Debemos disponer de nuestra voluntad.

- "Renovaos"... [Efesios 4:23].

- "Transformaos"... [Romanos 12:2].

Así nace una mente según Dios, una nueva creación en Cristo Jesús y como consecuencia una confesión correcta de fe.

Una renovación constante de nuestro corazón, cambiara nuestra forma de expresarnos. [Lucas 6:45] El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

[Mateo 15: 18-19] Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.

Teniendo esta base, veremos la importancia de la confesión.

                                                                                                        Continúa. . .

EL DISCIPULO DE CRISTO [2 Parte]

4]- EL DISCIPULO Y LA CONFESION [La lengua].

El discípulo de Jesucristo tiene una gran responsabilidad de lo que habla, predica y enseña. El Señor dijo en [Mateo 12:36-37] que daremos cuenta de cada palabra ociosa [vana, inútil] que hayamos dicho. Y Pedro nos dice que, si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios. [1Pedro 4:11].

La lengua: Un miembro pequeño.

Debemos prestarle mucha atención. [Efesios 4:25-29]. Debemos ponerla bajo el control del Espíritu Santo para servir a Dios [Romanos 6:15-23]. Es un miembro pequeño, pero capaz de realizar grandes cosas; tanto buenas como malas. [Santiago 3:1-12]. El sabio Salomón da mucha importancia a la lengua en Proverbios. [Proverbios 18:21].

Una nueva forma de hablar.

Hemos sido hechos nuevas criaturas [2 Corintios 5:17] De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. También hay una nueva forma de hablar para el hombre renovado y renacido, el discípulo de Jesús.

Notemos estos pasajes: [Efesios 4:17-20] y algunos otros pasajes.

[4:17] "... Ya no andéis como los demás, que viven en la vanidad de su mente.

[4:22] "Despojaos del viejo hombre con sus hechos".

[4:23] "Renovaos en vuestra mente"

[4:24] "Vestíos del nuevo hombre" y su forma de vivir, su forma de hablar.

A partir de aquí veremos lo que tiene que ver con hablar.

[4:25] "Desechando la mentira, hablad la verdad". Es el primer paso, la primera lección que debemos aprender.

[4:29] "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca..."

No hablemos cualquier cosa. Sepamos también quién está escuchando.

"... Sino la que sea buena para la necesaria edificación y bendición de los oyentes".

[4:30] "No contristéis al Espíritu Santo". ¿Cómo podemos hacerlo? Con una mala forma de hablar.

[4:31] Aquí vemos que hay un proceso ascendente que comienza con poca cosa y acaba en gritos.

Amargura = enojo

Enojo = ira

Ira = gritería [hablamos a gritos sin control]

[5:4] "Ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías".

Truhanería = Acción de un truhán

Truhán = La persona sin vergüenza, que vive de engaños y estafas. Persona que con bufonadas, gestos, o cuentos, procura hacer reír... y siempre a costa de otro. "Antes bien: Acciones de gracias". Alabar a Dios por tanto que debemos agradecerle.

[5:15] "Mirad, pues, con diligencia como andéis [o como habláis], no como necios, sino como sabios".

[5:18-20] "sed llenos del Espíritu Santo" ¿Cómo? Hablando con salmos, himnos, cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor, dando siempre gracias.

[Colosenses 4:6] [Colosenses 3:8] "Vuestra palabra sea con gracia" "Sazonada con sal". Que tenga buen sabor.

[1Tesalonicenses 4:13-18] "Alentaos los unos a los otros con estas palabras. ¿Qué palabras? Hablar de la Palabra de Dios, de proyectos para el Señor, de la venida del Señor y nuestro encuentro con Él en ese día de gloria. Hay tantos temas interesantes que se pueden tocar, sin caer en la liviandad y en las cosas que habla la gente del mundo. Debemos ejercitarnos y esforzarnos en nuestra nueva manera de hablar para que lo que salga de nuestra boca sea para bendición.

5]- EL DISCÍPULO Y LA EVANGELIZACION.

Una de las partes principales en la vida del discípulo es la de compartir el mensaje de Dios. Cuando Jesús escogió a los doce, uno de los propósitos que Él tuvo fue "para enviarlos a predicar". [Marcos 3:13-15].

Los discípulos se convirtieron en testigos de lo que habían visto y oído, después de Pentecostés. [Hechos 1:8] [Hechos 2:32] [Hechos 5:32] [1 Juan 1:1-3] [Marcos 5:18-20].

Cuando Pablo se convirtió, "enseguida predicaba a Cristo". [Hechos 9:20].

Este es un principio para todo nuevo convertido. El hacerlo así sepultará más pronto el viejo hombre, la vieja vida, y el desarrollo espiritual vendrá más rápido.

Somos cartas abiertas. [2Corintios 3:2-3] Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.

Nuestra manera de vivir es una forma de dar testimonio a los demás. La vida de santidad, apartados de las maneras del mundo para Dios. Somos la luz del mundo y la sal de la tierra. [Efesios 5:8-13] [Romanos 13:11-14] [Mateo 5:13].

Al dar testimonio hemos de compartir las palabras de Dios, no nuestras propias palabras. [Hechos 4:29-31] [Hechos 8:4-5][Hechos 8:25] [Hechos 13:5-7].

Que los testimonios sean siempre centrados en Cristo. Veamos el ejemplo de Pablo:

A]- La vida vieja; cómo era antes. [Hechos 26:4-8] [Hechos 26:9-11].
B]- La conversión. [Hechos 26:12-18].
C]- La vida nueva; cómo vivimos ahora y que tenemos. [Hechos 26:19-23].

La parte más importante es como vivo ahora; qué tengo que antes no tenía. Cristo debe ser el centro del testimonio y el Señor de mi vida y recibir toda la gloria.

La evangelización es parte de la armadura de Dios que Él nos ha dado para vencer al enemigo. [Efesios 6:15] Y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

La capacidad para la evangelización está en el Espíritu Santo; El es el poder de Dios para hacernos testigos vivos, valientes y eficaces.

6]- EL DISCÍPULO Y LA DISCIPLINA [Preparación personal].

La disciplina personal en la vida del discípulo es vital para conseguir sus objetivos. Necesitamos aplicarnos la auto-disciplina en diferentes áreas de nuestra vida. Veamos algunos ejemplos:

Hemos de cuidar de nosotros mismos. [Lucas 17:3] [Lucas 21:34] [1Timoteo 4:16] [2Juan 8].

Pablo nos habla de la disciplina, comparándola con la de un atleta. [1Corintios 9:24-27] ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

El cuerpo sirviendo al espíritu y no al contrario. [Gálatas 5:17] Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

Auto-disciplina. Controlar los caprichos del cuerpo. [1Pedro 2:11] Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.

La vida del atleta nos enseña disciplina, abnegación, esfuerzo, constancia, lucha legítima [ateniéndose a las reglas establecidas para no ser descalificado].

Pablo también toma la figura del soldado para enseñarnos acerca del discipulado. [2Timoteo 2:3-4].

El soldado es el ejemplo para entender la lucha espiritual. Un soldado se prepara, es adiestrado, tiene armas que debe conocer y saber usar. [Efesios 6:10-20]. Necesita valentía [Josue1:6-7-9-18]; un soldado vive bajo autoridad, se somete a la voluntad y dirección del superior para el logro de un objetivo común. [Mateo 8:9] [Lucas 7:8].

La otra figura que toma Pablo es la del labrador. [2Timoteo 2:6]. El labrador trabaja duramente [Eclesiastés 11:1-6]. El labrador tiene paciencia para esperar el fruto [Santiago 5:7] [Gálatas 6:9]. Confía plenamente en el rendimiento de su esfuerzo y trabajo [Isaías 55:10-12].

Veamos ahora algunos elementos para ser considerados en nuestra preparación y disciplina:

Lectura y estudio de las Escrituras.

Es algo primordial y además contínuo en toda nuestra vida como cristianos. Hay muchos lugares en la Palabra que nos llevan a esta gran verdad.

Ejemplos:

- David [Salmos 1:1-3].

- Para los reyes [Deuteronomio 17:18-20].

- Josué [Josué 1:8].

- Es un encargo de Jesús [Juan 5:39].

- Es un encargo de Pablo [Colosenses 3:16].

Oración y ayunos.

Unidos, prácticamente, a la lectura y estudio de la Palabra.

Veamos algunos ejemplos:

- Jesús [Marcos 1:35] [Lucas 4:42] [Mateo 4:2] [Juan 4: 31-34].

- Daniel [Daniel 6:10] [Daniel 9:3] [Daniel 10:2-3].

- Nehemías [Nehemías 1:4].

- Ana, hija de Fanuel [Lucas 2:36-38].

- Pablo y otros [Hechos 13:1-3].

- En la vida del cristiano [Mateo 6:5-16].

Aprovechar bien el tiempo.

La Biblia nos dice que debemos aprovechar bien el tiempo. [Efesios 5:16] [Colosenses 4:5]. Nuestro tiempo pertenece al Señor. Vivimos para Él. [Romanos 14:7-9] [2Corintios 5:14-15]. Todo lo que hacemos es para el Señor, [Colosenses 3:17] [Colosenses 3:23-24]; también le ofrecemos como ofrenda de lo recibido, horas concretas para Dios.

Tenemos un enemigo que lucha para que nosotros le robemos tiempo a Dios: La Pereza. "Hace caer un profundo sueño" [Proverbios 19:15] "Nos lleva a una vida de necesidad y pobreza" [Proverbios 6:6-11] [Proverbios 24:30-34] [Proverbios 26:13-16].

7]- EL DISCÍPULO Y EL MATRIMONIO [2Corintios 6:14-16].

Veremos algunos aspectos importantes brevemente.

El matrimonio tiene una influencia muy importante en la vida del discípulo. El éxito del discípulo depende del éxito del matrimonio.

Muchos discípulos llamados por el Señor han fracasado porque su pareja tenía otro sentir y propósito en la vida.

Es importantísimo unir propósitos en el matrimonio. Un matrimonio funcionando será una base firme para el desarrollo de un ministerio eficaz. Será una célula abierta para enseñar, orar y salvar a otros. Muchos encontrarán refugio y consolación.

Hay que luchar y cuidar el matrimonio. El enemigo tiene una guerra fuerte hoy contra lo que Dios ha instituido. Se multiplican los divorcios, malos tratos, adulterios, etc.

Hemos de entender que cuidar el matrimonio es cuidar la vida discipular; es hacer la voluntad de Dios.

Encontramos algunos matrimonios en la Biblia, interesantes:

Ejemplos: Aquila y Priscila.

Pablo se hospedó en su casa [Hechos 18:2-3].

Acompañaron a Pablo a Éfeso [Hechos 18:18-19] [Hechos 18:24-28].

- Allí conocieron a Apolos.

- Estaban todavía cuando Pablo escribe los Corintios [1Corintios 16:19].
Luego regresaron a Roma [Romanos 16:3-4].
Más adelante están otra vez en Éfeso [2Timoteo 4:19].
Sirvieron en varias ciudades a la iglesia primitiva.

8]- EL DISCÍPULO Y LA ECONOMIA.

Vida de fe y confianza.

El discípulo necesita aprender a vivir una vida de fe y confianza en cuanto a las necesidades materiales. [Mateo 6:25-34] [Filipenses 4:6-7]. Pablo aprendió a vivir en la abundancia y también en la escasez. [Filipenses 4:10-12]. El verdadero discípulo de Cristo mira a Dios y no a los hombres para sus necesidades de todo tipo; no convierte el Evangelio en un negocio. Pide y depende de Dios y no pide y depende de los hombres.

Aprendiendo a dar.

Una buena manera de aprender a recibir, es aprender a dar. Es una ley espiritual. [Lucas 6:38] [Filipenses 4:14-19].

Veamos la enseñanza de Pablo al respecto en [2Corintios 9:5-15].

- Generosidad, no exigencia [2Corintios 9:5].
- Sembrar escasamente = Segará escasamente [2Corintios 9:6]
- Sembrar generosamente = Segará generosamente [2Corintios 9:6].
- Dar con el corazón alegre [2Corintios 9:7].
- Poderoso es Dios para que abunde todo lo suficiente [2Corintios 9:8].
- Dios proveerá, multiplicará, aumentará los frutos [2Corintios 9:10].
- Enriqueciéndoos en todo [2Corintios 9:11].
- Abunda en acciones de gracias [2Corintios 9:12].
- Obediencia al evangelio. Es parte del evangelio [2Corintios 9:13].

El discípulo del Señor necesita entender y vivir en este ministerio [Romanos 12:8]. Necesitamos depender de nosotros mismos en lo económico y trabajar.

Para que una iglesia crezca y se multiplique necesita vivir en dos verdades fundamentales. Una es aprender a dar a Dios y la segunda es aprender a enviar misioneros a otros lugares. En ambos el principio espiritual es el mismo, sembrar, dar, generosidad...

Tomemos el ejemplo de las iglesias en Macedonia [2Corintios 8:1-7]. En esa región había ciudades como Filipos. Nápoles, Tesalónica o Berea, lugares donde penetró el evangelio de la mano del Apóstol Pablo [Hechos 16:11-12] [Hechos 17:1-10]. Estas ciudades el apóstol las pone como ejemplo a las demás iglesias. Sobresalían por su servicio en las ofrendas para los santos de Jerusalén [2Corintios 8:1-7] [Romanos 15:26] y por los misioneros y obreros enviados para ser colaboradores de Pablo en la gran obra que llevaba a cabo. Algunos de esos colaboradores eran Gayo [Hechos 19:29] Aristarco, Sópater [Hechos 20:4] o Segundo, todos ellos macedonios. No cabe duda que esta entrega de los hermanos de Macedonia a la obra del Señor fue uno de los secretos de su crecimiento y modelo para otros lugares.

9]- EL DISCÍPULO Y EL SERVICIO

Podríamos decir que hay dos reglas que miden la temperatura de un discípulo, una de ellas es el servicio a los demás, la otra es el amor. Estas dos reglas las une en una sola el Apóstol Pablo cuando dice: [Gálatas 5:13-14] Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

El ejemplo de Jesús.

[Marcos 10:45] "El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos".

[Juan.13:2-17] Les lava los pies a sus discípulos, un trabajo reservado para los esclavos de la casa, cuando recibían visitas. "Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis".

[Lucas 22:24-30] "¿Cuál es el mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve". Otra vez un trabajo para los esclavos.

[Mateo 10:24,25] "El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su Señor".

El llamado al discipulado, es para servir a los demás, siguiendo el ejemplo del Maestro. Si no entendemos esto, no habremos entendido nada de lo que significa ser discípulo de Jesucristo. El discípulo que no vive para servir; no sirve para vivir, y esto es una regla en el Reino de Dios, " vivir para servir".

10]- EL DISCÍPULO Y EL AMOR.

La otra regla que mencionábamos anteriormente para medir el discipulado, es el amor. "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". [Juan 13:35]. Si somos discípulos que hasta damos nuestras vidas en sacrificio, pero no tenemos amor, nada somos. [1Corintios 13:1-3]. El discípulo se entrega al servicio de su Señor por amor a Él. Habiendo sido amado primero, ahora toda su vida es un servicio en amor. [Gálatas 5:13].

Veamos este pasaje: [1Juan 4:7-21].
El amor en nosotros es un resultado del nuevo nacimiento. [1 Juan 4:7].
El que vive en amor, conoce a Dios. [1Juan 4:7-8].
Dios nos amó y entregó a su Hijo. [1Juan 4:9-11] [Juan 3:16].
Jesús nos amó y se entregó por nosotros. [Efesios 5:2] [Gálatas 2:20].
Vivir en amor es permanecer en Dios. [1Juan 4:12-13] [Juan 15:4-7].
Necesitamos conocer y creer el amor que Dios tiene con nosotros. [1 Juan 4:16].
Vivir en amor es vivir sin temor. [1Juan 4:18].
El amor hacia Dios tiene un resultado: El amor al prójimo. [1Juan 4:20-21].
En [1Juan 3:23] encontramos dos mandamientos de Dios para nosotros hoy:

A]- Creer en el nombre de su Hijo Jesucristo.
B]- Que nos amemos unos a otros.

El orden aquí es importantísimo, porque de nuestra fe y comunión con el Señor, nace el amor, la capacidad de amarnos y la capacidad de servir por amor al prójimo. [Romanos 5:5]. Al creer en Jesucristo, el Espíritu Santo viene a nosotros y con Él, el amor de Dios. [Efesios 1:13-14]. El discípulo del Señor se mueve, actúa y vive por el amor a Dios y al prójimo.

APÉNDICE - CONCLUSIÓN

Después de todo lo dicho, podríamos llegar a la conclusión de que esto es imposible, que es una meta demasiado alta para la pequeñez e impotencia del ser humano. Esto es verdad, sin embargo, lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios. [Marcos 10:27].

Muchos grandes siervos y siervas de Dios se toparon con este "imposible", aparentemente. Pero pusieron su fe en Dios y el milagro ocurrió: El ESPIRITU SANTO. La capacidad de Dios para poder llevar a cabo sus propósitos está en el Consolador que Jesús dijo que vendría a nosotros. El Espíritu de Dios hizo posible lo imposible en los héroes de fe de la antigüedad, y lo hará posible también para nosotros en estos últimos días, y sin Él no somos nada y nada podemos hacer.

Ejemplos:

A]- María, la madre de Jesús. [Lucas 1:34-38].

"¿Cómo será esto? ... El Espíritu Santo vendrá sobre ti".

B]- Nicodemo, el nacimiento de nuevo. [Juan 3:3-9].

"¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ...".

"¿Cómo puede hacerse esto? ...".

"Nacer del Espíritu..." [Juan 3:5-8].

C]- Cumplir el llamado de Dios.

"No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros” [Juan 14:18].

[Hechos 1:8] Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. [Hechos 4:31] Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. "Sed llenos del Espíritu Santo". [Efesios 5:18]. "Andad en el Espíritu... vivir por el Espíritu". [Gálatas 5:16-25].

El Señor mismo y su fuerza en nosotros nos capacitan para ejercer el discipulado.

[Colosenses 1:29] para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de Él, la cual actúa poderosamente en mí. [Mateo 28:20] ensenándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. [Efesios 3:20] Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.

Dios da la capacidad de vivir en el DISCIPULADO a los que la quieren de veras. Él la ofrece a cada uno de nosotros.

El mundo necesita discípulos capacitados para cambiar el modelo y esquema de las sociedades de todas las naciones.

Dios hará su obra en el mundo a través de hombres y mujeres, que entran en las demandas del DISCIPULADO, entregando sus vidas por la causa del evangelio de nuestro glorioso Señor Jesucristo.

¡Gracia y paz de nuestro Senor Jesucristo!