jueves, diciembre 29, 2011

EL SANTUARIO DE DIOS


 

[Éxodo 15:17]: Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, En el SANTUARIO que tus manos, oh Jehová, han afirmado.



Después que Dios sacó a Israel de la esclavitud de Egipto con mano poderosa y brazo extendido; ya estaba en el corazón de Dios introducir a su pueblo escogido al lugar preparado por Él mismo. Le dijo a Moisés: Yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te traiga al lugar que yo he preparado [Éx 23:20]. También Dios por amor a su pueblo había asignado un lugar para plantarlo y para que habitase en su propio lugar para no ser perturbado y afligido de nuevo por los malvados [2Samuel 7:10]. Jehová había escogido a Sion de antemano; era un lugar que el Señor amaba para hacer que su pueblo reposara en su propio santuario que Él había determinado edificar [Sal 78:68-69]. Un lugar de reposo para siempre para que Él habite, un SANTUARIO levantado por sus propias manos.



¿Qué es el santuario?

Lugar en la tierra donde mora la presencia de Dios, aunque el verdadero santuario según la Biblia es el cielo mismo [2Cr 30.27]; [Heb 9.24]. Dios lo estableció en la época del Antiguo Testamento, pues tanto el Tabernáculo [Éx 25.8]; [Éx 40.34] como el Templo [1R 8.10] albergaban la manifestación visible de la presencia de Dios. El Lugar Santísimo era el santuario estrictamente hablando [Lv 16.16], pero la palabra se aplicaba en sentido general a todo el edificio.



I - EL SANTUARIO DE DIOS: Su pueblo

En sentido figurado, se le llama santuario al pueblo de Dios [Sal 114.2], ya que Él mora entre ellos. Pero santuario puede significar también refugio [1R 2.28], (Ciudades de refugio). En este sentido, Dios es el santuario de su pueblo [Is 8.14]; [Ez 11.16].

Las religiones paganas también tenían santuario para sus dioses. La participación del pueblo escogido en los ritos de aquellas [Am 7.9, 13] fue una de las causas de su caída.



II - EL LUGAR SANTÍSIMO:

[Hebreos 9:3] Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo.

Generalmente las versiones bíblicas usan “santuario” para traducir el griego, naós, que también se traduce “templo”. Otro término afín es háguia (Lugar Santo o Santísimo) que se halla en la Epístola a los Hebreos.

En el tabernáculo había dos lugares; uno era el Lugar Santo y el otro era el Lugar Santísimo, dividido así por un velo; tras ese velo estaba ubicada el Arca del testimonio. Al Lugar Santísimo una vez por año, solo el sumo sacerdote entraba y con sangre ajena para expiar los pecados del pueblo [Heb 9:7]; [Heb 9:25]. Después de la muerte de Cristo el velo que dividía el Lugar Santo, del Lugar Santísimo se rasgó por la mitad [Mt 27:51]; abriendo así un camino hacia Dios directamente, derribando la pared intermedia que nos separaba [Ef 2:14]. Ahora Cristo es el Sumo Sacerdote, y con su propia sangre es el que interviene entre el pueblo y Dios mismo.



III - LA IGLESIA: Santuario de Dios

Según el Nuevo Testamento, el santuario terrenal de Dios ya no es un edificio, sino su pueblo.

A]- Dios mora en la iglesia universal [Ef 2.21]

El objetivo de este edificio se revela en la frase que sigue: Hasta ser un templo santo en el Señor [v. 21].

Tiene una misión sagrada, la de servir como templo santo para morada de Dios [v. 22]. Esto evoca el significado que el templo tenía para los judíos, simbolizando la presencia de Dios en su medio, aunque bien sabían que Dios no se reduce para caber en un edificio hecho con manos, ni se limita a un lugar. Pero como el templo en

Jerusalén fue el lugar donde la gloria (shekinah) de Dios se hizo presente en el santuario interior, la gloria de Dios ha de hacerse sentir en el nuevo edificio espiritual que representa la iglesia. La Deidad; Padre, Hijo y Espíritu Santo coinciden en la construcción de la iglesia [v. 22] de igual manera que lo hacen en la salvación del alma de cada creyente. El arquitecto es Dios, el constructor maestro es Jesús, y el residente principal es el Espíritu Santo, y nosotros los creyentes somos los participantes y beneficiarios de todo esto para la alabanza de la gloria de Dios.

B]- En la iglesia local [1Co 3.16]

Podemos resaltar a toda la congregación de creyentes como el templo de Dios y el lugar donde vive el Espíritu [1Co 3:9]; [2Co 6:16]; [Ef 2:21]. Como el templo de Dios en medio de una sociedad corrompida; el pueblo de Dios en Corinto no debía participar en las maldades generalizadas en esa sociedad, sino que debía rechazar toda forma de inmoralidad. El templo de Dios debe ser santo [V 17], porque Dios es santo [1Pedro 1:14-16].

C]- En el creyente [1Co 6.19]. Así como los judíos debían guardar la santidad del tabernáculo, evitando que se profanara [Lv 21.23], el creyente tiene la responsabilidad de guardar:

- La integridad y santidad de la iglesia [1Co 3.17]

-Y de su propio cuerpo [1Co 6.18].

Pablo presenta una de las más severas advertencias en el Nuevo Testamento a cualquiera que sea responsable de edificar la Iglesia de Cristo. Este pasaje tiene mucho que ver con todos los que ocupan dones o responsabilidades de maestros o de dirigentes. Si alguien profana y pervierte el templo de Dios; ya sea una congregación local o un grupo de congregaciones; Dios mismo castigará a esa persona.

Las personas pervierten y destruyen la iglesia de Dios de diferentes formas:

1]-Participar en la inmoralidad [1Co 5:1]

2]-Fomentar mentiras, el engaño y la ambición egoísta [1Co 3:3]; [Hch 5:1-11]

3]-Promover doctrinas falsas, rechazando la revelación del Espíritu Santo y tratando con indiferencia la verdad bíblica [1Ti 4:1]; [Jud 4]

4]-Aceptar el pecado y la mundanalidad dentro de la congregación [1Co 5:1-2,5-7]; [Ap 3:17]

5]-Procurar edificar la iglesia mediante la sabiduría humana o un evangelio tergiversado [1Co 1:18]; [1Co 2:5]; [Fil 1:15-16]



IV – EL CAMINO AL LUGAR SANTÍSIMO: [Hebreos 9:1-12]

El santuario interior, llamado el Lugar Santísimo, simbolizaba la presencia de Dios; no sólo simbolizaba, sino que habitada Dios mismo allí. Al sumo sacerdote se le prohibía terminantemente que entrara en el Lugar Santísimo más de una vez al año. Con eso el Espíritu Santo enseña que bajo el Antiguo pacto, el acceso sin impedimento a la presencia de Dios no era aun posible porque la comunión intima con Él podría existir solo cuando se hubiera limpiado perfectamente la conciencia de la persona [vv 8-9]. Esa limpieza fue posible cuando Cristo murió como sacrificio eterno por el pecado de la humanidad de todos los tiempos.

Es necesario y es responsabilidad de cada creyente edificarse y edificar un santuario santo, puro, sin mancha, sin arruga, sin corrupción y sin contaminación para el Señor. Vosotros, pues sois el templo de Dios; un santuario como el Señor lo desea para habitar Él mismo entre su pueblo.

¡Gracia y Paz sean a vosotros!

domingo, diciembre 18, 2011

EL CELO DE DIOS




[Éxodo 34:14]: Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, DIOS CELOSO es.

Israel tenía prohibido hacer tratados con los pueblos vecinos. En vez de eso, ellos iban a destruir esas naciones, a menos que las perversas ideas y falsas religiones los destruyeran primero. Los siguientes versículos [13-26] repiten algunas de las características de la alianza con Israel. Nosotros leemos estas palabras con tristeza y retrospectiva. Estos son mandatos que Israel olvidó tan prontamente. Hoy en día la Iglesia debe tener cuidado con estas prácticas de idolatría; ya sea al dinero; tratos con los incrédulos en negocios turbios o adoración con la música mundana.

¿Qué es el celo?

La palabra celo en griego se dice que proviene de una raíz que nos remite a los significados de caliente, ferviente, entrar en ebullición. Celos traduce bien la palabra hebrea [qin˓ah] cuya raíz designa “el rojo que sale al rostro de un hombre apasionado”. Según su motivo, el celo puede ser bueno [Sal 69.9]; [2Co 7.7], o malo [Nm 5.14]; [Hch 5.17].



JEHOVÁ: Fuerte y celoso

En el Antiguo Testamento Jehová dice de sí mismo que es un Dios celoso [Éx 20.5]; [Éx 34.14]; [Dt 5.9]; [Nah 1.2]. En su celo por Israel, su pueblo, se auto compara a un esposo celoso por la conducta de su compañera. Esta perspectiva acerca de Dios nos indica que Él no actúa fríamente ante las situaciones. Su amor lo lleva al celo.

Jehová “se enciende” por el amor a los seres humanos y a su creación. Sus acciones, aun las más violentas, tienden a no mostrar su propio interés, sino su amor espontáneo.

Pero el eje del celo de Dios es su decidida oposición a la Idolatría. No se encela por proteger su honor, como lo haría una persona engañada que trata de defender su dignidad lastimada tomando algún tipo de venganza. Dios exige la obediencia a sus mandamientos, porque cuando el pueblo rompe con sus mandamientos y adora a otros dioses, esto produce innumerables víctimas.



Manifestaciones de lo que es celo:

I - El Nuevo Testamento no menciona que Dios es celoso, sino que el Hijo de Dios lo es [Jn 2.17].

Jesús sufre rechazo, vergüenza y enemistad debido a su justo celo por la casa y el reino de Dios. Él se ha pronunciado contra el pecado y ha suplicado por avivamiento, purificación y reforma en el pueblo de Dios. Por eso ha sufrido a manos de los que se sentían cómodos en algún nivel espiritual.



II - Sus hijos espirituales demuestran “celo santo” hacia la santidad de Dios y su reino [2Co 7.11]; [2Co 9.2]; [2Co 11.2].

Así como Jesús; los hijos de Dios deben demostrar celo por las cosas de Dios, su obra,  celo en el servicio a otros, celo en la mayordomía, celo por mantener el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, limpio, sano, santo y sin contaminación.



III – El celo pecaminoso frecuentemente en el Nuevo Testamento, se menciona a éste como un  estorbo en las relaciones entre un cristiano y Dios  [1Co 3.3]; [Gl 5.20]; [Stg 3.14, 16].



CELO HUMANO: [Fariseísmo (hipocresía) en la Iglesia]

El peligro en cuanto al celo humano por las cosas de Dios está en que podemos reproducir con mucha facilidad, y en defensa de la santidad de Dios, las prácticas que llevaron a Jesús a la cruz; en otras palabras, fariseísmo. Esto nos debe llevar a valorar las intenciones más profundas que nos mueven a actuar con celo.



CELO SANTO:

El celo santo por Dios y su obra debe mostrarse en una actitud flexible, autocrítica, de discernimiento de nuestros corazones. Y sobre todo, debe alimentarse con un profundo amor a Dios, a nosotros y al prójimo.

La Iglesia actual debe entender que nuestro Padre Celestial es Celoso; Él nos ama y sufre, se indigna y se molesta ante situaciones en que sus hijos caen en idolatría y en amistad con el mundo.

¡Gracia y Paz de Cristo el Señor!








domingo, diciembre 11, 2011

LA SANGRE DE CRISTO






[Efesios 1:7]: en quien tenemos redención POR SU SANGRE, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.
La palabra traducida redención señala el resultado del acto libertador de Jesús al derramar su sangre. Se refiere tanto a lo que hizo Jesús, como al resultado de ello, y la palabra hace énfasis en el resultado de la acción de liberación de Jesús. Por ello, nuestra redención es una posesión experimentada, procurada para nosotros y experimentada por nosotros por medio de su SANGRE. La palabra redención, como adopción, es un término legal y se refiere a un aspecto externo de nuestra salvación. Jesús cumplió todos los requisitos necesarios para nuestro rescate.


UN RESCATE QUE LA HUMANIDAD NO PODÍA PAGAR.
La redención significa el precio que pagó Jesús y lo que compró con ello; esto es, el precio de nuestro rescate. Este concepto se encuentra en [Levítico 25:47–52], y se refiere a lo que debiera ser pagado por un pariente de un hombre que se había vendido a la esclavitud por causa de alguna deuda que no podría pagar. En un sentido más amplio se refiere a la liberación de los hijos de Israel de la esclavitud en Egipto; en otras palabras, el hombre es redimido y libertado de una situación de la que era incapaz de liberarse por sí mismo o de una deuda que jamás hubiera podido pagar por sus propios medios.
En vista de esto, pues, nuestra redención es el precio de nuestro rescate pagado por Jesús, librándonos de la esclavitud del pecado. Este precio fue su SANGRE. No se debe pensar que Jesús tuvo que pagar esto a alguien como Satanás, sino que es lo que le costó librarnos de las garras de Satanás.

LO QUE SIGNIFICA LA SANGRE.
En el Nuevo Testamento la sangre es un símbolo bíblico que representa la muerte de Jesús sobre la cruz. Esta idea también se encuentra en [Levítico 17:11]: Porque la vida del cuerpo está en la sangre, la cual os he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras personas. Jesús dio su sangre para expiar nuestros pecados. Esto recuerda lo que dice [Hebreos 9:22]: Sin derramamiento de sangre no hay perdón.  
La sangre es sinónimo de vida y de alma en el Antiguo Testamento, [Gn 9.4] “Dejaréis de comer la carne con su alma [en hebreo, nefes], es decir con su sangre” [Lv 17.11]; [Dt 12.23].

LA SANGRE ES SÍMBOLO DE VIDA.
En toda la Biblia la sangre es símbolo de la vida y de allí la prohibición de comer la sangre de los animales, de derramar la sangre humana y el uso de la sangre. La prohibición de comer sangre es anterior a la Ley [Gn 9.4, 5]. El homicidio es considerado un crimen desde el principio [Gn 4.11] y la sangre derramada clama venganza [Gn 4.10]. El sacrificio de animales es igualmente primitivo y está directamente relacionado con el pecado del hombre [Gn 4.4].
Es necesario destacar la diferencia fundamental entre el pensamiento griego y el hebreo. En el primero la sangre está asociada a la reproducción y representa el centro emocional del hombre. En la religión hebrea, es la sangre derramada la que adquiere significado ritual y como tal es medio de  Expiación; adoración, consagración y aun llega a simbolizar la concertación de un Pacto [Éx 24.6–8].

I- La expresión “carne y sangre” [Mt 16.17] se refiere a la debilidad, limitación y contingencia del hombre, además de su condición mortal y perecedera. Es la idea opuesta a lo que será la naturaleza incorruptible y de gloria que recibirán los creyentes en la resurrección [1Co 15.35–54].
II- Todo el simbolismo de la sangre en el Antiguo Testamento halla su cumplimiento en la SANGRE de Cristo, expresión que en el Nuevo Testamento equivale a la muerte del Señor Jesucristo [Hebreos 13:12]

III- La sangre de Cristo, es decir su muerte en la cruz es la confirmación del Nuevo Pacto:

[Hebreos 13:20]: Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la SANGRE del pacto eterno.

Por lo tanto, la Sangre de Cristo:

1]- es el símbolo del precio de nuestro rescate [Ef 1.7];
2]- nos reconcilia con Dios [Ro 3.25]; [2Co 5.19];
3]- nos redime de nuestros pecados [Ap 1.5];
4]- nos purifica [Heb 9.14];
5]- nos santifica [1P 1.2];
6]- establece una nueva alianza [Heb 9.11–22].
7]- Por la sangre de Cristo somos justificados ante Dios [Ro 5.9], tenemos un vestido limpio [Ap 7.14],
8]- y podemos entrar con confianza en el santuario de Dios [Heb 10.19].

IV- La “comunión con la sangre de Cristo” ilustrada por la participación de la copa en la Cena del Señor, expresa la identificación del creyente con la muerte de Cristo [1Co 11:25].
La Sangre de Cristo nos cubre del pecado; nos da vida y poder; nos hace libres de la culpa; nos da gozo al saber que hemos sido comprados con un alto precio; y ese precio Cristo lo pagó con su propia SANGRE en la cruz. ¡La deuda ha sido cancelada!

¡Gracia y Paz os sean multiplicadas!

martes, diciembre 06, 2011

LA CRUZ DEL CALVARIO




 [Juan 19: 17-18]. Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;  y allí le crucificaron.



Llevando la viga pesada de la cruz que le han amarrado al hombro, Cristo emprende el viaje lento hacia el Gólgota. El peso de la viga de madera, junto con el total agotamiento físico, lo hace caer. Trata de levantarse, pero no puede. Entonces obligan a Simón de Cirene a llevar la cruz. En el Gólgota, ponen la cruz en el suelo y acuestan a Jesús sobre ella. Le estiran los brazos a lo largo de la viga y le clavan una puntilla de hierro, cuadrada y pesada, que le atraviesa la mano, primero la derecha, luego la izquierda, y penetra después en la madera. Después levantan a Cristo con sogas o escaleras, clavan o amarran la viga al poste levantado y la refuerzan para que pueda sostener el peso del cuerpo. Por último, le extienden los pies y los atraviesan con un pedazo de hierro aun más grande que los de las manos. Él clavado en la cruz del calvario como espectáculo horrendo al público que observa.



¿Qué es la cruz?

Instrumento de muerte en que murió Jesucristo, inspirado quizás en la antigua costumbre de empalamiento, ya que la palabra griega stauros (cruz), significa palo o estaca vertical. Inventada posiblemente por los persas o fenicios, la usaron los griegos y cartagineses, y sobre todo los romanos.

Además de la crux simplex o palo vertical, se empleaban otras formas. La crux commissa (o de San Antonio) que tenía la forma de una T mayúscula, y la crux immisa, en que el palo vertical sobresalía sobre el horizontal. Según la tradición, esta última fue la cruz en que murió Jesús. La referencia en los Evangelios al título sobre la cabeza de Jesús (por ejemplo, [Mt 27.37] respalda esta idea. La cruz consistía en un palo vertical de unos 2, 5 m de largo (que muchas veces se dejaba permanentemente en el lugar de ejecución), el palo transversal o patibulum, y una saliente de madera o sedile, que servía de asiento para sostener el cuerpo del crucificado y prolongar así su martirio.



EL SUFRIMIENTO Y MUERTE EN LA CRUZ:

[Is 53:7] Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.



Para los escritores romanos, la crucifixión era “el suplicio más cruel y horroroso de todos”. Se aplicaba generalmente a esclavos y a libres no romanos, por crímenes de robo, homicidio, traición o sedición. Después de condenado, el reo sufría los azotes prescritos, lo que a veces producía la muerte. Luego se le imponía el patibulum y se le llevaba por las calles principales hacia un lugar fuera de la ciudad. Iba custodiado por cuatro soldados, y llevaba un “título” o tablilla blanca con su nombre y delito escrito.

Cuando los evangelistas escuetamente dicen de Cristo que “le crucificaron”, se refieren a un proceso bien conocido. En el lugar de ejecución, los soldados desnudaban al reo y tomaban sus vestidos como botín. Luego de atarle o clavarle las manos al patibulum, levantaban este con la víctima y lo colocaban en su lugar, de manera que los pies quedaban a poca distancia de la tierra. Los pies y las manos podían atarse o, como en el caso de Cristo, clavarse a la cruz [Lc 24.39].

Lo horrible de la muerte por crucifixión se debía en parte al intenso dolor causado por la flagelación, los clavos y la incómoda posición del cuerpo que dificultaba la respiración. Además, la deshidratación por la pérdida de sangre y la calentura producían una sed intolerable. A esto hay que agregar la vergüenza que sufría el condenado al verse desnudo ante los curiosos que pasaban insultándole. Los judíos acostumbraban ofrecer al crucificado una bebida narcótica para aliviar el sufrimiento, bebida que Jesucristo rechazó [Mt 27.34].

El crucificado moría lentamente, casi siempre el segundo día, pero a veces hasta el octavo. El exceso de sangre en el corazón, debido a la obstrucción de la circulación, combinado con la fiebre traumática, el tétano y el agotamiento, mataba a la víctima. Para acelerar la muerte de un crucificado, se le quebraban las piernas con un martillo, antes de traspasarle con espada o lanza, o bien se le ahogaba con humo.



I - EL SIGNIFICADO DE LA CRUCIFICCIÓN: [1Co 1.18] Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.



Cuando los escritores del Nuevo Testamento hablan de la crucifixión no se refieren al sufrimiento que causaba, sino a su significado. La crucifixión en varios pasajes representa todo el mensaje de salvación por la muerte de Cristo, por ejemplo, [1Co 1.18]. A los griegos les parecía locura que el Mesías hubiera muerto en la forma más ignominiosa [1Co 1.23], y para los judíos esta afirmación era un tropiezo [Gl 5.11]. Para estos, un crucificado caía bajo la maldición aplicada a cadáveres colgados en un lugar público [Dt 21.22, 23]; [2S 4.12]. Rechazaban hasta violentamente la idea de salvación mediante una cruz [Gl 6.12]; [Flp 3.18].



II - LO QUE LOS CRISTIANOS DEBEMOS VER EN LA CRUZ:

1]- Ver en la cruz su salvación [1Co 2.2].

2]- Ver a Cristo, al llevar nuestros pecados en la cruz [1P 2.24],

3]- Ver la maldición que a nosotros nos tocaba [Gl 3.13].

4]- Ver en la cruz su muerte y la reconciliación con Dios [Col 1.20],

5]- Ver la reconciliación entre judíos y gentiles [Ef 2.16].



III - LA CRUZ SIMBOLIZA SEPARACION DE LA VIEJA VIDA:

1]- Por su unión con Cristo, el creyente participó en la muerte sobre la cruz [Ro 6.6].

2]- Como resultado, está libre del dominio del pecado (Ro 6.11),

3]- Del yo egoísta [Gl 2.20]; [Gl 5.24]

4]- Y del mundo [Gl 6.14].



IV – LO QUE EL CRISTIANO DEBE SER Y ENTENDER:

1]- El discípulo y la cruz.

Todos sabemos que este término se ha mal interpretado muchísimo. Para muchas personas llevar la cruz tiene que ver con una enfermedad, un problema en la familia, etc.  Pero, nada de eso tiene que ver con el significado bíblico en la vida del discípulo. Jesús dijo en varias ocasiones que es un requisito previo para comenzar en el discipulado. "El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo". [Lucas 14: 27].

2]- Que significa llevar la cruz.

Alguien lo ha definido de la siguiente manera: "La cruz es el emblema de la persecución, la vergüenza y el abuso que el mundo cargó sobre el Hijo de Dios, y que el mundo cargará sobre todos aquellos que elijan ir en contra la corriente".

- La cruz significa decir la verdad en todo momento, andar en la luz y reprender las obras de las tinieblas.  [Efesios 5:7-12].

- La cruz significa no avergonzarse del Señor delante de los hombres.  [Lucas 12:8-9].

- La cruz es locura para muchos [incluidos cierto tipo de creyentes], pero para nosotros es poder de Dios.  [1 Corintios 1:18].

- La cruz vacía nos habla de la victoria del Señor sobre el pecado y Satanás.  [1Juan 3:5-8].

- La cruz nos habla de que hemos sido redimidos de la maldición de la ley, para que en Cristo Jesús nos alcanzase la bendición de Abrahán.  [Gálatas 3:13-14].

3]- Lo que significa para Pablo.

- Persecución.  [Gálatas 6:12] [Gálatas 5:11].

- Muerte al mundo.  [Gálatas 6:14].

- Una larga lista de sufrimientos.  [2 Corintios 6:3-10]  [2 Corintios 11:23-28].

¿Cuántos estamos dispuestos a caminar por esta senda, la de la cruz?  "El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo".  [Lucas 14:27]. Hay los que quieren ser discípulos sin andar en el camino de la cruz.  Buscan, más bien, la gloria del mundo y de los hombres que la gloria de Dios.  [Juan 12:42-43]  [Gálatas 1:10].

4]- Razones para llevar la cruz.

- "¿A quién iremos?  Tú tienes palabras de vida eterna.  Y nosotros hemos creído y conocido que tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente".  [Juan 6:68-69].

Saber quién es Jesús.

Muchos no le conocieron y volvieron atrás.

- "Si somos muertos con Él, también viviremos con El. [2Timoteo 2: 11]     [Juan 12:24-26]  [Mateo 10:39]  [Mateo 16:25]  [Marcos 8:35].

- "Si sufrimos, también reinaremos con Él". [1Timoteo 2:12]  [Lucas 22:29-30]  [Mateo 19:28]  [Mateo 25:34]  [Apocalipsis 20:4].

- Tenía la mirada puesta en el galardón".  [Hechos 11:24-26]  [Mateo 5:11-12]  [Apocalipsis 11:12]  [2 Corintios 5:10]  [1Corintios 3:8-14].

-  Por amor.  [Lucas 7:36-50].

Hay un por qué hacer las cosas en el Reino de Dios. Hay resultados y consecuencias en nuestras vidas que tienen un alcance eterno.  Estamos tejiendo el vestido de lino fino, que son las acciones  justas de los santos.  [Apocalipsis 19:8]  [Efesios 2:10].

¡Gracia y Paz del Señor!