domingo, octubre 24, 2010

EL CRISTO INCOMPARABLE, EL CRISTO SEÑOR DEL MUNDO

El Cristo incomparable

[Colosenses 1:15-18] El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud.

Dios no solo es el creador del mundo, sino su sustentador. Todas las cosas en Él subsisten, son protegidas y prevenidas de la desintegración y el caos. Debido a que Cristo es el sustentador de la vida, ninguno de nosotros se puede independizar de Él. Somos todos sus siervos, los que debemos confiar en Él para protección, cuidado y sustento.

Sócrates enseñó cuarenta años, Platón cincuenta y Aristóteles cuarenta. El ministerio público de Jesús duró menos de tres años, pero la influencia de su vida es mucho más importante que los ciento treinta años combinados de los tres filósofos más grandes de toda la antigüedad.

Jesús nunca pintó un cuadro, pero algunas de las mejores pinturas de Rafael, Miguel Ángel, Da Vinci y de muchos otros artistas encontraron en Él su inspiración.

Jesús no escribió poesía, pero Dante, Milton y muchos de los más grandes poetas del mundo han sido inspirados por Él como ningún otro. Ralph Waldo Emerson dijo que el nombre de Cristo "más que escribirse se ha grabado en la historia de este mundo".

Jesús no compuso música, pero Haydn, Händel, Beethoven, Bach, Mendelssohn y muchos otros alcanzaron la más elevada perfección de melodía en composiciones acerca de Él.

Jesucristo ha influido en la sociedad humana como ningún otro. El Cristo incomparable es las buenas nuevas. Y lo que la hace tan buena noticia es que el hombre no merece nada y que Dios es muy misericordioso.

Cristo es el primogénito de toda la creación: Primogénito podría dedicar una prioridad en el tiempo o en jerarquía. La palabra no describe a Cristo como el primer ser humano creado en el tiempo.  Él creó todas las cosas y que Él está ante todas las cosas. Jesús es el aquel eterno que está antes de la creación. La idea de primogénito en la cultura hebrea no requiere que uno sea el primer hijo nacido. Este no fue el caso ni de Isaac ni de Jacob. Pero ellos fueron los primogénitos en el sentido de que fueron justos herederos del linaje de sus padres. El ser primogénito se refiere más a una jerarquía o un privilegio que al orden de nacimiento. Puesto que Cristo es Dios, es supremo en la jerarquía por sobre la creación. Pero Él no es sólo la deidad trascendente que nos creó, es el que murió en nuestro nombre [Fil 2.6-18] y que seguidamente resucitó de la muerte. Por lo mismo, también es el primogénito de la muerte, el primero que experimentó la verdadera resurrección [1 Co 15.20].

Cristo, Señor del mundo

En [Colosenses 1.15-18], Pablo presenta a Jesús como el Cristo Eterno, creador del universo, sostenedor de la tierra y de todos los sistemas ecológicos, y regidor sobre todos los círculos poderosos de la tierra.

Esto difiere bastante de Jesús, el siervo, que se presenta en [Fil 2.5-8]. Allí, es el Señor de lo personal y de lo privado, quien habla a los corazones de las personas.  En Colosenses, Pablo nos muestra al Señor de lo público quien trasciende de las necesidades individuales para tratar los asuntos globales.

Esto no significa que haya dos tipos de Cristo, sino se trata del mismo Cristo, Señor de todo. Su Reino sobre ambos dominios [lo público y lo privado] sugiere las clases de actividades en las que se deben comprometer sus seguidores. Por una parte, Cristo vive en nosotros para transformarnos personalmente. Él quiere incidir en nuestros trabajos, familias, comunidades locales y nuestras relaciones personales. Por otra parte, Cristo también actúa globalmente al obrar por medio de la gente para transformar las sociedades y sus sistemas, confrontar a los principados y potestades, y trabajar por la justicia y los derechos humanos.

Cristo es quien creó todas las cosas, sin importar si son materiales o inmateriales, visibles o invisibles. Esta idea está en directa oposición a la falsa enseñanza, conocida posteriormente como gnosticismo, que se desarrolló en la iglesia colosense. En general, el gnosticismo cree que los creadores de la tierra son varios seres angelicales, y que Cristo es uno de esos ángeles. todo fue creado por medio de él y para él: Jesús no sólo creó todas las cosas, todo fue formado para su propósito [He 1.2], donde se dice que Cristo es el heredero de todo. Pero no se puede comparar la gloria de la tierra, los cielos, o del sol, la luna y las estrellas con la gloria de su nueva creación [2 Co 5.17].

Él es la cabeza de su propio cuerpo, el cual es la Iglesia. Nadie debe menospreciar el significado de la Iglesia porque ella es ciertamente el Cuerpo de Cristo. El creador soberano del universo, como cabeza de la Iglesia, proporciona sobre la misma liderazgo y atención. Es celoso de ella. primogénito de entre los muertos: Cristo es el primero que resucitó de la muerte. Su propia resurrección garantiza que la Iglesia resucitará algún día [1 Co 15.12-28]. De hecho estamos seguros de eso.

!Gracia y Paz sean a tu vida!