jueves, mayo 24, 2012

LA LEVADURA DE LOS FARISEOS











Llegando sus discípulos al otro lado, se habían olvidado de traer pan. Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos. Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan? ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis? ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis? ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos. [Mateo 16:5-12]

¿QUÉ ES LA LEVADURA?

Sustancia agria que se agrega a la masa del pan para leudarla (levantarla, aumentarla, agrandarla, levarla). Su uso es tan antiguo que Abraham ofreció panes sin levadura a unos viajeros apresurados [Gn 19.3]. En los días de la liberación de Egipto se prohibió a los israelitas el uso de la levadura durante los siete días de la Pascua (Éx 12.8–20]; [Éx 13.7]; [Éx 23.15]. Los judíos guardaron esta instrucción con toda fidelidad [Lv 2.4, 5, 11]; [Dt 16.4], y su práctica representa la rapidez que exigen ciertas obligaciones [Gn 19.3]; [Jue 6.19–22]. Todo indica actividad acelerada, premura para cumplir algún deber; por eso es necesario evitar lo que, como la levadura, puede causar demoras.

También se prohíbe la levadura en las ofrendas [Lv 2.2, 4, 5, 11], puesto que esta simbolizaba la corrupción. Basados en esta enseñanza los escritores del Nuevo Testamento piden a los cristianos limpiarse de toda levadura de maldad [Mt 16.5–12]; [Lc 12.1]; [1Co 5.6–8]; [Gl 5.9]. Este uso figurado se extiende aun a las ideas que pueden menoscabar la vitalidad espiritual del creyente. Para muchos estudiosos la parábola de la levadura [Mt 13.33] es el único pasaje bíblico donde la levadura tiene un significado honroso; sin embargo, otros opinan que aun aquí significa corrupción.


I- LO QUE BÍBLICAMENTE SIGNIFICA “LA LEVADURA”


Durante la semana de la Pascua, tenia que quitarse de los hogares de los israelitas [Ex 12:15,19] la levadura, cualquier sustancia capaz de producir fermentación en la masa o en un líquido y todo lo leudado, cualquier cosa que hubiera sido sometida a la fermentación o cualquier cosa que tuviera levadura. En [Ex 12:15]; y [Ex 13:7] se traduce hamets como “leudado”; sin embargo, el significado literal de la palabra es algo “fermentado”. Todos los alimentos de la Pascua debían someterse a ese mandamiento divino en cuanto a la levadura o a la fermentación. Lo más probable es que la razón principal para esa prohibición se encuentre en la enseñanza bíblica que considera la fermentación y las cosas fermentadas como símbolos de corrupción, maldad e impureza moral. Obsérvese también que la Ley de Moisés no requería que se usara vino, ya fuera fermentado o sin fermentar, durante la semana de la Pascua. Sin embargo, para cualquier vino o alimento que se usara, los israelitas tenían que acatar esa regla de ninguna levadura o fermentación [Ex 12:20]. Como ese acontecimiento preveía el perfecto sacrificio de sangre de Cristo y es comprensible que no debía haber corrupción alguna en lo que representaba su sangre [Ex 34:25]; [Lv 2:11]; [Lv 6:17].


II- LO QUE JESÚS ENSEÑÓ ACERCA DE LA LEVADURA


Dos de los grupos religiosos más prominentes en el judaísmo eran los fariseos y los saduceos.


Los fariseos eran un grupo religioso que se adhería a todo el Antiguo Testamento y a sus propias interpretaciones humanas de él. Ponían un énfasis especial en que la salvación se obtenía por la obediencia a la letra de la Ley de Dios y a las interpretaciones que ellos hacían de esa Ley. Enseñaban que el Mesías que vendría sería un gobernante terrenal que los ayudaría a dominar a las naciones y que obligaría a todas las personas a obedecer la Ley de Dios. Sin embargo, su religión era sólo exterior sin la piedad interior del corazón [Mt 23:25], y se negaban a reconocer la depravación de su propia naturaleza. De una manera general se opusieron a Jesús y a su mensaje de que la religión es un asunto del corazón y del espíritu, y no simplemente una obediencia legalista a los mandamientos de las Escrituras [Mt 9:14]; [Mt23:2-4]; [Lc 18:9-14].

Los saduceos eran los liberales de su época, que se oponían a lo sobrenatural. Aunque parecía que aceptaban la Ley de Dios, en realidad negaban muchas de sus enseñanzas. Rechazaban las doctrinas de la resurrección, de los Ángeles, de los milagros, de la inmortalidad y del juicio venidero. Su vida era mundana y moralmente débil y también eran perseguidores de Jesucristo.  

“La levadura”, símbolo del mal y de la corrupción, se refiere a las enseñanzas de los fariseos y saduceos. Cristo le llama a la enseñanza de ellos “levadura” porque hasta una pequeña cantidad puede propagarse e influir en un grupo, congregación, o una multitud de personas para que crean lo erróneo. En el Nuevo Testamento “la levadura” se emplea generalmente como un símbolo de la maldad o la corrupción y si no se quita puede dañar la masa restante, y representa la falsa enseñanza y las doctrinas malvadas de los fariseos, los saduceos [Lc 16:12] y los herodianos [Mr 8:15].


1]- La levadura de los fariseos es su preferencia por los conceptos ideados por el hombre sobre los mandamientos y la justicia de Dios

2]- La levadura de Herodes es idéntica a la de los saduceos, y es un espíritu de secularismo y mundanalidad.

Los seguidores de Cristo siempre deben cuidarse de no aceptar los puntos de vista de los que predican conceptos humanos, tradiciones sin fundamento bíblico, o un evangelio basado en el humanismo, o en la prosperidad.

La levadura se fermenta, se desintegra y se corrompe [Ex 12:19]; [Ex 13:6-8]; [Lv 2:11]; [Lv 6:17]; [Dt 16:3-4]; [Am 4:4-5]; [Ex 13:7]; y afecta tanto a las personas que pueden aceptar una mentira, como si fuera verdad, y pueden aceptar doctrinas erróneas como si fueran de Dios.

II- HEREJÍAS DESTRUCTORAS

En [1Co5:6-8] Pablo considera que la levadura representa “la malicia y la maldad”, mientras que la ausencia de la levadura representa “la sinceridad y la verdad” [Gá 5:9]. Se debe interpretar que ésta parábola indica la maldad, la doctrina falsa y la injusticia que hay y que se está extendiendo dentro del reino visible de Dios.  

Esta levadura del mal se diseminará por todas partes y rincones de la obra de Dios. Y está en:

1]- El modernismo, el liberalismo y la teología de la prosperidad y del humanismo, que exaltan las ideas humanas sobre la autoridad de las Escrituras [Mt 22:23,29].

2]- La mundanalidad y la inmoralidad dentro de las iglesias [1Co 5:1-2]; [Ap 2 y 3].

3]- La búsqueda de posición o poder dentro de la iglesia por los que están más preocupados por su ambición personal que por la honra de y hacia Dios [Mt 23].

4]- Doctrinas falsas y sus maestros, profetas y predicadores que tergiversan el evangelio para beneficio propio [Gá 1:9]; [Mt 24:11,24].

5]- Supuestos creyentes que aparentan rectitud, pero en realidad no han nacido de nuevo [Mt 23]; [Jud 12-19].

Al final de la época actual esas maldades se infiltrarán en la obra de Dios en las iglesias, denominaciones, institutos y seminarios cristianos mezclado con ocultismo, hasta que el evangelio apostólico y la vida recta del Nuevo Testamento se diluya y se corrompa en gran escala [Lc 18:8]; [Gá 1:9]; [1Ti 4:1]; [Ap 2 y 3].

III- ¿CÓMO RECONOCER A LOS FARISEOS DENTRO DE LA IGLESIA?

En [Mateo 16:5-12] Cristo nos enseña que la “levadura” de los fariseos es la enseñanza errónea. Es necesario de que los creyentes deban estar conscientes de que dentro de las iglesias pudiera haber predicadores de la Palabra de Dios de igual espíritu y vida que los maestros corrompidos de la Ley de Dios en la época de Jesús [Mt 24:11,24]. Cristo advierte que no todo el que afirma que es creyente lo es verdaderamente, ni son todos los escritores, misioneros, pastores, evangelistas, maestros, diáconos y obreros cristianos lo que dicen ser.

Esos predicadores por fuera parecen “justos a los hombres”[Mt 23:28]. Llegan “vestidos de ovejas”[Mt 7:15]. Tal vez den a su mensaje el fundamento sólido de la Palabra de Dios y proclamen elevadas normas de justicia. Quizás aparenten una preocupación sincera por la obra y el reino de Dios y demuestren mucho interés en la salvación de los perdidos mientras profesan amor a todas las personas. Acaso parezcan grandes siervos de Dios y dirigentes espirituales recomendables ungidos por el Espíritu Santo. Pueden realizar grandes milagros, tener mucho éxito y multitudes de prosélitos [Mt 7:21-23]; [Mt 24:11,24]; [2Co 11:13-15].

No obstante, esas personas en la esfera espiritual son descendientes de los falsos profetas del Antiguo Testamento [Dt 13:3]; [1R 18:40]; [Neh 6:12]; [Jer 14:14]; [Os 4:15] y de los fariseos del Nuevo Testamento. Lejos de las multitudes, en su vida privada están llenos de “robo y de injusticia” [Mt 23:25], “huesos de muertos y de toda inmundicia” [Mt 23:27], “hipocresía e iniquidad” [Mt 23:28]. Su vida a puerta cerrada se caracteriza por las malas pasiones, la inmoralidad, el adulterio, la avaricia y la complacencia egoísta.

Esos impostores obtienen un lugar de influencia en la iglesia de dos maneras:

1]- Algunos maestros y predicadores falsos comienzan su ministerio con sinceridad, verdad, pureza y FE genuina en Cristo. Luego, por causa de su orgullo y sus deseos pecaminosos, van desapareciendo su consagración y amor a Cristo. Por consiguiente, se separan del reino de Dios [1Co 6:9-10]; [Gá 5:19-21]; [Ef 5:5-6] y se convierten en instrumentos de Satanás mientras se disfrazan de siervos de la justicia [2Co 11:15].

Otros maestros y predicadores falsos nunca han sido creyentes verdaderos en Cristo. Lucifer los ha plantado en la iglesia desde el mismo principio de su ministerio [Mt 13:24-28,36-43], valiéndose del talento y del carisma que tienen y contribuyendo a su éxito. Su estrategia es colocarlos en cargos de influencia para que socaven la obra de Cristo. Si se les descubre o desenmascara, Satanás sabe que se hará mucho daño al evangelio y se avergonzará en nombre de Cristo.

Jesús les advirtió a sus discípulos catorce veces en los evangelios que esperaran la venida de falsos profetas y guías engañosos [Mt 7:15]; [Mt 16: 6,11]; [Mt 24:4,14]; [Mr 4:24]; [Mr 8:15]; [Mr 12:38-40]; [Mr 13:5]; [Lc 12:1]; [Lc 17:23]; [Lc 20:46]; [Lc 21:8]. En otros pasajes se exhorta a los creyentes a poner a prueba a los maestros, predicadores y dirigentes de la iglesia [1Ts 5:21]; [1Jn 4:1]. Se deben dar los siguientes pasos para poner a prueba a los falsos maestros o profetas:

1]- Discernir el carácter.¿Oran ellos con diligencia y muestran una sincera y pura devoción a Dios?, ¿manifiestan el fruto del Espíritu [Gá 5:22-23], aman a los pecadores [Jn 3:16], aborrecen el mal y buscan la justicia [Heb 1:9], denuncian el pecado [Mt 23]; [Lc 3:18-20], ayudan al necesitado, al huérfano, a la viuda y al desprotegido? [Dt 14:29]; [Dt 26:13]; [Is 1:17]; [Jer 22:3].

2]- Discernir los motivos. Los verdaderos dirigentes cristianos procurarán hacer cuatro cosas:

A]- Honrar a Cristo [2Co 8:23]; [Fil 1:20].

B]- Guiar a la iglesia a la santificación [Hch 26:18]; [1Co 6:18]; [2Co 6:16-18].

C]- Salvar a los perdidos [1Co 9:19-22].

D]- Proclamar y defender el evangelio de Cristo y de los apóstoles [Fil 1:16]; [Jud 3].

3]- Examinar el fruto de la vida y del mensaje. El fruto de los falsos predicadores con frecuencia consiste en convertidos que no obedecen toda la Palabra de Dios [Mt 7:16].

4]- Discernir su confianza en las Sagradas Escrituras, el mensaje que ofrecen y qué doctrinas enseñan.

5]- Poner a prueba su integridad con respecto al dinero del Señor. ¿Se niegan a apartar grandes cantidades de dinero para ellos, administran las finanzas con integridad y responsabilidad, y procuran promover la obra de Dios de manera compatible con las normas del Nuevo Testamento para los dirigentes [1Ti 3:3]; [1Ti 6:9-10].Se debe comprender que a pesar de todo lo que los creyentes fieles hagan al evaluar la vida y el mensaje de una persona, todavía habrá falsos maestros dentro de las iglesias que, con la ayuda de Satanás, permanezcan sin descubrir hasta que Dios decida sacar a luz su verdadero carácter.

CONCLUSIÓN:

El creyente verdadero debe tener cuidado de que la levadura de la maldad no afecte su propia vida. La victoria descansa en mantener los ojos de la FE fijos en Jesucristo [Tit 2:13]; [Heb 12:2,15], despreciando y apartándose de las cosas del mundo [Stg 1:27]; [1Jn 2:15-17], permaneciendo en la Palabra de Dios [Jn 15:7]; [Stg 1:21], aguardando el retorno de Cristo [Lc 12:35-40], oyendo constantemente la voz del Espíritu Santo [Ro 8:12-14]; [Gá 5:16-18], estando dispuestos a sufrir y perseverar [1P 4:1-2], luchando contra el mal [1Co 10:6]; [1Ts 5:15]; [1P 3:11], defendiendo el evangelio [Fil 1:17] y vistiéndose con toda la armadura de Dios [Ef 6:11-18]. Estamos en el fin del tiempo; el apóstol Pablo declara este tiempo como peligroso. Lucifer se ha lanzado con ira hacia la iglesia de Cristo, y Jesús dijo: [Mt 24:13] Mas el que persevere hasta el fin, éste Serra salvo.


! Gracia y Paz del Señor ¡