lunes, noviembre 21, 2011

LA ADORACIÓN AL DIOS PADRE

         


[Juan 4:23]: Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos ADORADORES adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales ADORADORES busca que le adoren.

El deseo de Dios es siempre la adoración, y solamente a Él la adoración. Dios busca corazones sinceros, humildes, quebrantados en adoración totalmente a Él; no importa dónde se rinda culto, sino la disposición de la mente y el corazón. La verdadera adoración no es una mera fórmula o un ceremonial, sino una realidad espiritual que está en armonía con la naturaleza de Dios, que es Espíritu. La adoración debe ser sincera en verdad, trasparente, y conforme como a Dios le agrada.

¿Qué es la adoración a Dios?

La adoración es un culto o reverencia que se rinde a Dios por su grandeza, por su majestad y por su gran poder.

UN POCO DE HISTORIA:

En la adoración, los patriarcas invocaban el nombre de Jehová [Gn 13.4], celebraban el pacto [Gn 15.7–21] y la sustitución [Gn 22]; [Lv 17.11], y practicaban los lavamientos y las purificaciones [Gn 35.2];  [Éx 19.10], todo lo cual precede al culto más formal y complejo que se verá después en el Tabernáculo y el Templo [1R 6–8]; [2Cr 20–31]. A pesar de este desarrollo posterior, no se pierde el aspecto personal de la adoración [2S 17.18–29]; [Sal 23]; [Is 55.6–9].

En el Nuevo Testamento, el culto de la  Sinagoga [Lc 4.16–21] se adapta a las necesidades de la  Iglesia. Incluye alabanzas, salmos, cánticos [Ef 5.19- 20], lectura bíblica, enseñanza, exhortación [Col 3.16]; [Col 4.16]; [1Ti 4.13], oración, ayuno, santa cena [Hch 2.46]; [Hch 13.1–3]; [1Co 11.18–34], profecía [1Co 14], doctrina, mensajes en lenguas e interpretación [1 Co 14.26].

En ambos testamentos el pueblo de Dios lo adora públicamente [Hch 20.7], en privado [Gn 24.26- 27]; [Dn 6.10]; [Mt 6.5-6] y en familia [Gn 35.1–3]; [Hch 16.30–34].

ES NECESARIO LA ADORACION AL PADRE CELESTIAL:

[Juan 4:24]: Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

I]- ¿Por qué es necesario adorar al Padre Celestial?

     1]- Por sus obras: [Salmo 92:1-5]

    2]- Por ser quien es Él [Salmo 100:4]



II]- ¿Cómo se debe expresar esa adoración al Padre Celestial?

       Se expresa mediante:

            Alabanza [Sal 138.1-2];[2Cr 7.3]; [Sal 29.1, 2]; [Sal 86.9]

            Canto [Sal 66.4],

            Rito (prefigura al Cordero de Dios) [Éx 12.26-27],

            Meditación [Sal  63.5, 6]  

             Oración [Gn 12.8]; [Neh 9]

             Sacrificio vivo [Ro 12.1]

             Ofrenda [Gn 4.3, 4]; [Dt 26.10]; [1Cr 16.29]

             Temor [Sal 96.9]

             Ayuno [Neh 9.1–3]; [Lc 2.37]

             Fiesta y  Acción de gracias [2 Cr 30.21- 22]

            Inclinación [Sal 95.6]; [1Cr 29.20]  

            Servicio [Dt 11.13]; [Jos 22.27].

Estos dos últimos conceptos se expresan en hebreo y en griego con palabras que también significan “adoración” [Dt 6.13]; [Dt 10.12- 13]; [2 R 5.18];  [Mt 4.10];[Ro 12.1], de modo que no se distingue entre “servir” y “adorar” ni entre “inclinarse” y “adorar”.



III]- ¿Cómo debe ser esa adoración al Padre Celestial?

       1]- La adoración externa debe nacer de una actitud interna [Is 29.13], que a su vez se expresa en obediencia y una vida dedicada por entero al servicio de Dios [1S 15.22- 23]; [Miq 6.6–8]; [Stg 1.27].

      2]- El adorador debe ser bueno y justo [Sal 15]; [Am 5.21–26] para que su adoración sea aceptada [Sal 50.7–23]; [Is 1.11–20]; [Mt 5.23- 24];  [Jn 4.23], además debe ser sincero [Sal 51.16–19].



IV]- No se permite otra adoración, que no sea a Dios el Padre celestial 

      1]- Se prohíbe terminantemente la adoración de seres humanos [Hch 10.25- 26]; [Hch 14.11–15]; [Est 3.2, 5]

     2]- Ángeles [Col 2.18]; [Ap 19.10]; [Ap 22.8- 9] u otra criatura [Mt 4.10]; [Dt 6.13]; [Ap 14.9–11].

La adoración de dioses falsos es una ofensa a Dios que trajo las más terribles consecuencias en todo el Antiguo Testamento a los hijos de Israel; y en la actualidad a toda la humanidad [Éx 20.3–6]; [Éx 32.1–11, 30, 35]; [Dt 4.15–18]; [Dt 8.19]; [Ro 1.25].

En el Nuevo Testamento la adoración se dirige a Jesucristo [Mt 14.33]; [Jn 5.22, 23]; [Heb 1.6]; [Ap 5.8–14], y se destaca que el culto ofrecido a Jehová en el Antiguo Testamento explícitamente pertenece a Jesús [Flp 2.10, 11]; [Is 45.23]. La adoración a Dios y al Cordero es la esencia misma de la vida celestial [Ap 4.6–11]; [Ap 15.3-4]; [Ap 19.1–8].

A través de todos los tiempos, Dios siempre ha buscado adoradores; para que le adoren en espíritu y en verdad; sin hipocresía. Dios busca todo el tiempo adoradores, no predicadores; adoradores, no apóstoles; adoradores, no profetas;  adoradores, no maestros; eso es lo que necesita Dios el Padre, verdaderos adoradores, que le adoren en espíritu y en verdad.

¡Gracia y Paz del Señor!