miércoles, noviembre 30, 2011

EL PERDÓN DE DIOS

 

[Jeremías 31:34]: Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. 

El perdón es la doctrina distintiva del cristianismo y expresión de una experiencia espiritual. Dios perdonará y resueltamente no recordará el pecado y la iniquidad de su pueblo, y a los que vienen a Él arrepentidos y con FE por medio de su Hijo Jesús.

El Mesías, por medio de su obra en la cruz, cumplió lo prometido en el Nuevo Pacto [Mt 26.26-28]; [Mr 14.22-24]; [1Co 11.25].

El perdón presupone tres cosas:

 1]- Que el hombre ha pecado; es decir, ha infringido la Ley divina (Pecado);

2]- Que ha reconocido su falta y está arrepentido [Mc 1.4]  (Arrepentimiento)  

3]- Que Dios, en su amor y en su gracia, ha remitido la culpa y ha puesto el medio para que el hombre reciba el perdón.


I- ¿Qué es el perdón?

El perdón es una expresión de amor. El perdón viene a ser, entonces, la fuerza poderosa que remueve el obstáculo espiritual y hace posible que la criatura humana se reconcilie y restablezca su relación con Dios.

La idea básica del perdón, cuando se usa en relación con el pecado, es la de cancelar una deuda; quitar la barrera y efectuar la Reconciliación entre Dios y el hombre; o sea erradicar el pecado que impide la relación con Dios. Sin el perdón, que solamente Dios puede conceder, el hombre está irremisiblemente condenado a la perdición eterna. Por eso, el mensaje del perdón es una maravillosa esperanza de vida; ese es uno de los  mensajes centrales para la humanidad de parte de Dios.

En la Biblia el perdón aparece asociado con la doctrina de la  Expiación; esto es, la necesidad del sacrificio para vindicar la JUSTICIA ofendida de Dios; por ejemplo, [Lv 17.1].

El perdón es una garantía divina:

En el Nuevo Testamento la muerte de Cristo en la cruz es la garantía divina del perdón. “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” [Ef 1.7].

Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento enseñan claramente que no existe perdón de pecados sin derramamiento de sangre. La sangre es aquí un símbolo gráfico de la muerte. Evoca el sistema de sacrificios del antiguo pacto, en el cual estaba siempre presente la perspectiva del sacrificio que Jesucristo se impondría Él mismo para quitar el pecado del mundo.

II- ¿Quién es el que perdona?

1]- Dios es el que perdona: La Biblia afirma ampliamente que es Dios el que perdona [Neh 9.17]; [Dn 9.9]. El rey David se arrepintió de su pecado, lo confesó a Dios y fue perdonado [Sal 32 y 51].

2]- El perdón de Dios incluye: El no acordarse más del pecado [Jer 31.34], y el sepultarlo “en lo profundo del mar” [Miq 7.19].

3]- El Nuevo Testamento declara la autoridad de Cristo para perdonar: “Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados...” [Mc 2.10];  [Hch 13.38].

III- ¿Cómo debemos ser los cristianos?

Los cristianos debemos imitar a Dios: ¿Cómo?

1]- Confesando las faltas entre sí; ser abiertos y transparentes los unos con los otros [Stg 5.16] Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

2]- Perdonándonos unos a otros [Ef 4.32]  Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

3]- No acordándonos continuamente nuestros pecados pasados [Miq 7.18-19]  ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.

Dios grande en misericordia [Miqueas 7:18, 19]

El profeta expone un mensaje para un pueblo que había pecado y sufrido las consecuencias de su maldad. Él se dirige a un pueblo que había presenciado el sitio de Jerusalén y el cautiverio en Babilonia. Sin embargo, Dios no se había olvidado de su gente. Los “dioses” de los otros países fueron famosos por su supuesta especialidad de afectar la naturaleza. Algunos fueron conocidos como caprichosos. Jehová es un Dios justo y recto. También tiene misericordia.

1]- Dios tiene misericordia de su pueblo. Dios no se olvida de sus hijos. Les permite pasar por aguas de tristeza. Sin embargo, en Jehovah prevalece el Dios de misericordia.

2]- Nuestro Dios, grande en misericordia, perdona nuestros pecados.

El perdón divino siempre trata seriamente con el pecado. Los capítulos anteriores revelan que Dios no ve el pecado con ligereza. El pecado es rebelión, es pesado y es serio.

El perdón divino declara que Dios, a pesar de nuestro pecado, nos perdona.

3]- Nuestro Dios, grande en misericordia, olvida el pecado.

No es que Dios ignore intelectualmente nuestro pasado después de perdonarnos; él es omnisciente.

Él no echa en cara el pecado. Nos trata con gracia. Actúa como si no fuésemos pecadores. Nuestros pecados han sido echados al mar del “olvido divino”.

El profeta Miqueas hablando con Jehovah, plantea una pregunta: ¿Qué Dios hay como tú? El Dios verdadero es justo, recto y santo. También es misericordioso. Por lo tanto perdona y olvida el pecado. Debemos vivir con estas promesas.

Un cristiano lleno de dudas acerca del perdón de Dios no vivirá libremente en Cristo; un cristiano que quiera presentar ofrendas a Dios no podrá ser bendecido; un cristiano lleno de rencores no será escuchado por Dios; un cristiano que vive revolviendo el pasado y acordándose de sus pecados no podrá jamás crecer espiritualmente.
Por lo tanto: [Número 23:19]: Dios no es hombre, PARA QUE MIENTA, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

¡El perdón de Dios es una garantía!, vive con esta promesa y guárdala en tu corazón.



¡Gracia y Paz del Señor!