lunes, febrero 01, 2010

EL EVANGELIO DE LA RESURRECCION

Claro está que la Biblia instruye acerca de muchísimos temas (La familia, el matrimonio, la crianza, las finanzas, la esclavitud, la salud, los préstamos, etc.). Todos los temas que la Palabra de Dios trata son importantes, sin embargo hay temas que son vitales. Uno de estos temas es la resurrección.



El tema de la resurrección es tan importante que la Escritura dice que si Cristo no resucitó, vana resulta nuestra fe. [1Corintios 15:14] Ahora bien, siendo la resurrección de Cristo tan importante, ¿por qué razón no se predica con la debida frecuencia? Los mensajes acerca de la sanidad son incesantes, las charlas acerca de la prosperidad son tantos que causan náuseas, escuchar casi todos los días a distintos predicadores hablar del diezmo y de la ofrenda; eso aburre, y por cierto no edifica; las enseñanzas sobre la unción, los ungidos y los rangos ministeriales saturan las ondas radiales y televisivas, y así sucesivamente, los predicadores de hoy en día son repetidores y de lo que otros hablan; pero no se oye cosa alguna acerca de la resurrección.



Satanás viene atacando el tema de la resurrección del Señor desde que el evento tomó ocasión. “Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos.” [Mateo 28:12-13] ¿Por qué lo ataca tan severamente? Porque de acuerdo a la Biblia, Cristo murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. [Romanos 4:25]



De modo que nos atrevemos a decir que toda presentación del evangelio que no incluye la resurrección de Cristo es una presentación incompleta. Pablo entendió esto y se dio a predicar a “Jesucristo entregado por nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación”. Este tema le trajo a Pablo serias persecuciones. ¿Por qué? Porque Satanás entiende que la muerte y resurrección de Cristo es la única salida de la esclavitud y condenación espiritual en la que el ser humano se encuentra, y él desea esconder esto a todo costo para que el hombre no escape.

Hoy por hoy, el maligno emplea otra táctica para silenciar el tema de la resurrección. ¿Cuál táctica es esta? Sacar el tema de la resurrección de la cabeza de la lista de temas importantes y colocar otros temas en la cabeza de la lista hasta que el tema de la resurrección prácticamente desaparece. Así que, la gente viene escuchando que Cristo sana, liberta, prospera, restaura hogares, etc., pero no escuchan lo más importante: que Cristo murió por nuestras transgresiones y que resucitó para nuestra justificación. Por lo tanto, quizás, son sanados y prosperados, pero no son salvos, y es ahí donde debemos tener cuidado; y podemos decir que el falso evangelio seduce a las masas para tenerlas distraídas como a las cinco vírgenes insensatas.

Todo creyente que no comparte el evangelio, está en desobediencia. Todo creyente que al compartir las noticias del amor de Dios excluye [por ignorancia, elección o negligencia] la resurrección de Cristo, no está compartiendo debidamente el evangelio.

Es hora de restaurar a su debida posición, cabeza de lista, el tema principal del Nuevo Testamento, la muerte y resurrección de Cristo. Si esto hacemos, le seremos agradables al Señor y El nos regalará el llevar mucho fruto. Si, por lo contrario, decidimos que el curso que llevamos [exaltar lo secundario y relegar lo primario a secundario] es el óptimo, el maligno habrá ganado ventaja y multitudes se perderán por no haber oído el mensaje rescatador, el glorioso evangelio.

Hoy parece ser que a los pastores modernos les interesa más hablar del diezmo y de la ofrenda que presentar el evangelio de la resurrección de Jesucristo; y digo! Si¡, de la resurrección a los pobres que padecen necesidad, a los enfermos de cáncer que no pueden trabajar y necesitan ayuda, a los niños que duermen en la calle y que no se alimentan bien, a los oprimidos por el diablo que necesitan ser liberados, a todos los que necesitan de Dios. Para eso es el evangelio de la resurrección para dar y servir; y no solamente para llenar las arcas de las iglesias.

Hay mucho trabajo afuera, los obreros son pocos; el diablo está haciendo estragos en la humanidad. ! Reflexiona Iglesia¡ Trabaja para los necesitados que no conocen al Señor Jesús; los sanos no tienen necesidad de médicos.




¡Gracia y Paz de nuestro Senor Jesucristo!