sábado, marzo 06, 2010

LA NUEVA VIDA EN CRISTO [1Parte]

De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas [2 Corintios 5:17].

Puesto que la vida espiritual de cada creyente necesita alimentarse y crecer continuamente a través de la Palabra de Dios, es conveniente conocer a fondo las escrituras para lograr dicho objetivo. Debe por lo menos estudiarse aquella enseñanza básica la cual es útil para un sano desarrollo espiritual.

La muerte y resurrección de Cristo, y nuestra identificación con él por medio de la fe, hace posible que cada uno de nosotros se convierta en una nueva criatura. En el presente, esta nueva creación sólo puede ser experimentada de forma parcial, pero debe ser nuestra máxima aspiración, mientras se completa la recreación y transformación de nuestra naturaleza. Nuestra relación con Cristo modifica todos los aspectos de la vida.

Después de que nos convertimos y reconocemos a Jesús como Señor de nuestra vida, estamos experimentado un cambio, y se está formando una nueva creación conforme a lo que Dios quiere de nosotros; este cambio no es de un día para el otro, es un proceso de duro trabajo, es un camino que debemos transitar, es una vida conforme al corazón de Dios; de manera que el poder del Espíritu Santo va a ir trabajando y amoldándonos día a día, como el trabajo del alfarero. ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. [Jeremías 18:6] y por supuesto que debemos poner una buena parte de nuestra voluntad para que el Espíritu Santo vaya actuando en nosotros día a día.

EL SIGNIFICADO DE SER CRISTIANO

¿Por qué soy cristiano?

Siempre que se nos hace esta pregunta respondemos una infinidad de razones; ya sea que digamos: “soy cristiano porque si no me voy al infierno”; o “es que el pastor me dijo que pasara al altar y yo pasé”; o “porque voy a la iglesia todos los domingos y me gusta”.

No hay peores razones que estas de responder a una pregunta tan importante como ésta, dado que no solo es el hecho de responder, sino lo que encierra y significa en nuestras vidas ser cristiano.

La respuesta acertada, es que somos cristianos porque Cristo nuestro Señor hizo un cambio tan radical en nuestra vida, y nos dio una manera tan diferente de vivir que, lo que más deseamos es seguirle, servirle y obedecer a su palabra, mostrándole al mundo el poder de Dios y su misericordia a través de nuestra vida y ser un fiel reflejo que Cristo nos ha dado vida nueva y ser buen testimonio a otras personas. Esta es la razón por la cual soy cristiano, es decir, soy un seguidor de Cristo.

¿Por qué Dios se interesa en el ser humano?

La respuesta es porque somos creación suya, hechos a su semejanza. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. [Génesis 1:26-27], y aun cuando el hombre se apartó de él por voluntad propia, Dios ha buscado siempre la manera de restaurar al hombre en su comunión con él.

¿Cómo debe vivir un cristiano?

Debemos vivir en santidad, lo cual significa dejar de hacer todo aquello que no sea de alabanza para Dios, dejar de hacer cosas que no agradan a Dios, dejar de hacer cosas que no sea de bendición a otros y que no nos edifique, apartados de las cosas del mundo, y apartados de las cosas que alimentan los deseos y pasiones de la carne. Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. [2Corintios 7:1].

¿Cómo puedo servir a Dios y a los demás?

Siendo obedientes a Dios y siendo bondadosos con el necesitado, es la mejor manera de servir en todo tiempo, ya que si amamos a Dios, sentiremos amor por nuestro prójimo, y si somos bondadosos con los demás, estamos sirviendo a Dios. Y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios [Marcos 12:33]

¿QUÉ ENEMIGOS TIENE EL CRISTIANO?

El principal enemigo es el diablo.

La Biblia nos alerta de este ser espiritual, y nos dice: “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo como león rugiente, anda buscando a quien devorar”. [1 Pedro 5:8]. Y en otro pasaje: “Someteos pues a Dios; resistan al diablo y huirá de ustedes”. [Santiago 4:7].

Los placeres que el Mundo ofrece.

También la Palabra habla al respecto: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. [Santiago 4:4].

También menciona:

La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. [Santiago 1:26].

Las falsas doctrinas. [Apostasía].

El Señor Jesús mencionó lo siguiente: “Guardaos de los falsos profetas, que se visten con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”. [Mateo 7:15].

Debido a la apostasía que estamos viviendo y tiempos peligrosos como lo declara la Palabra de Dios, han salido por el mundo muchos falsos profetas y con muchas falsas doctrinas que engañan a la gente, y estamos hablando dentro de la Iglesia Cristiana, no de sectas que es un tema aparte, porque la Palabra de Dios se ha desvirtuado y tergiversado de muchas maneras y sutilmente, con muchas traducciones al idioma popular, donde la Biblia ha perdido la esencia de la original, y donde las Audio Biblias han cambiado palabras claves. Entonces tenemos la necesidad de aferrarnos cada día a la Palabra de Dios estudiando y memorizándola. Veamos estos pasajes de referencia que nos sirven de advertencia:

[Jeremías 23: 16] [Mateo 24:11] [Mateo 24:24] [2 Pedro 2:1-3] [1 Juan 4:1] [1 Juan 2:18] [1 Timoteo 4:1] [2 Tesalonicenses 2:3] [Judas18].

La desobediencia y rebeldía a Dios.

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. [Mateo 7:21]

La religiosidad.

Jesús se indignó con la gente religiosa de su época: “¡Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”. [Mateo 23:13].

Nuestra propia “carne”

Jesús también nos dice: “Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. [Mateo 26:41].

Las obras de la carne [Gálatas 5:19-21]

¿CUÁLES “ARMAS” TIENE EL CRISTIANO?

En primer lugar, contamos con la protección de aquel que nos puede dar la victoria a diario en nuestra vida:

“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. [1Corintios 15:57].

El Señor Jesús es nuestro mejor y principal aliado, ya que a través de Él, es como nos mantenemos de pie cada día bajo el ataque del diablo.

Aparte de tener a Cristo en nuestra vida, contamos con su Palabra, la Biblia:

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. [Lucas 21:33].

“Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. [Hebreos 4:12].

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino [Salmo 119:105].

La obediencia a Dios es algo ampliamente necesario en la vida del creyente, ya que es la manera de alejar al diablo de nosotros:

“Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. [Santiago 4:7].

La oración, es un arma muy poderosa para mantenernos de victoria en victoria, ya que a través de ella, recibimos dirección, revelación y poder de Dios:

“Velad y orad para que no entréis en tentación…” [Mateo 26:41].

Finalmente, tenemos la descripción de las armas que describe el Apóstol Pablo en [Efesios 6:10-20] Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo.

Con esta introducción comienza Pablo la descripción de lo que él consideraba la armadura de Dios; donde se nos habla del cinturón, simbolizando la verdad; la coraza, que significa justicia; el calzado que nos dice que debemos llevar el evangelio a los demás; el escudo que significa la fe; el yelmo [casco] que es el que protege la cabeza, ya que representa la salvación; y finalmente tenemos la espada del Espíritu, que obviamente es la Palabra de Dios.

Todo lo anterior nos ayuda a mantenernos firmes cuando los enemigos del cristiano atacan, y nos ayuda a vencerlos en todo tiempo.

¿QUÉ SON LAS PRUEBAS Y LAS LUCHAS?

El Señor Jesús nos advierte en [Juan 16:33] sobre la aflicción que tendríamos en el mundo, pero también nos dice que confiemos en él, ya que Jesús venció al mundo.

Las pruebas que a veces padecemos, son enviadas por Dios a manera de examen, y esto con el fin de hacernos ver dónde nos falta reforzar la comunión con Dios para no apartarnos de él. Aun cuando padecemos mucho en algunas ocasiones debido al periodo de prueba, esta nos ayuda a acercarnos más a Dios cada día:

Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” [1Pedro 1:7]

Las luchas, por otro lado, vienen de parte del diablo con el propósito de desgastarnos, desanimarnos, debilitarnos espiritualmente y cansarnos físicamente, y generalmente el diablo y sus demonios siempre atacan la mente con mentiras y el único fin es destruir la obra de Dios. Es por esto que el cristiano debe estar consciente de que en la vida espiritual hay seres que no se ven, pero están, y continuamente atacando y debilitando a los cristianos para hacerlos caer. El siguiente pasaje nos da luz a una realidad a la que nos enfrentamos continuamente.

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. [Efesios 6:12-13]

EL PODER DE LA ORACION

¿CUÁL ES EL ALIMENTO DIARIO PARA MANTENERNOS EN EL SEÑOR?

No cabe duda que la respuesta es: LA ORACIÓN.

La oración es muy importante porque es la comunicación del hombre con Dios. Por medio de esta, el hombre expresa sus sentimientos, emociones, necesidades y anhelos a Dios, siendo también un medio para adorarle. Por otro lado es un arma poderosa para romper cadenas y las ataduras que la gente mala está trabajando a disposición de diablo.

A través de ella se intercede por los que no conocen a Dios [1Timoteo 2:1-4].

Nos ayuda en medio de la aflicción y enfermedad [Santiago 5:13-16].

Tenemos autoridad sobre cualquier cosa [Santiago 5:17-18].

Obtenemos poder de Dios [Hechos 4:23-31].

Reconocimiento por parte de Dios [Hechos 10:1-4].

Obtenemos revelación [Hechos 11:4-12].

Derramamos nuestro espíritu a Dios [1 Samuel 1:1-17].

Alabamos a Dios [1Samuel 2:1-10].

Confesamos nuestro pecado ante Dios [Daniel 9:3-5].



Ahora bien, ¿cómo debo orar?

La Biblia habla de una manera completa sobre este tema, y nos insta a orar a Dios de las siguientes maneras:

En confianza [Mateo 7:7-8] [Filipenses 4:6].

Con sabiduría [Santiago 4:3].

Con temor a Dios [Juan 9:31].

En el nombre de Jesús [Juan 16:24].

Conforme a la voluntad de Dios [1 Juan 5:14].

Sin hipocresía [Mateo 6:5-8].

Con alabanza y humildad [Mateo 6:9-13].

Con gratitud [Daniel 2:23] [Daniel 6:10].

Con insistencia [1Tesalonicenses 3:10] [1Tesalonicenses 5:17].

En santidad [1Timoteo 2:8].

Con un propósito definido [2Tesalonicenses 3:1] [Romanos 15:30-31] [Colosenses 4:3].

Pidiendo bendición para otros [Efesios 1:16-17] [Efesios 3:14-19].

En todo tiempo [Efesios 6:18] [Salmo 55:17].

La oración es el arma principal del cristiano, ya que está llena de poder, de unción, revelación, y bendición para nosotros y para los demás, incluso aquellos que no conocen a Dios.

EFECTOS DE LA ORACIÒN

Mueve el corazón de Dios.

Mencionaremos solo cuatro casos de los muchos que hay en la Palabra de Dios.

1]- [Jonás 2:1-10] Cuando el profeta Jonás desobedeció a Dios, tuvo que pagar la consecuencia de su acción; esto lo llevó a parar al vientre de un animal marino en el cual estuvo tres días, y en ese lugar y en esa condición, Jonás consideró y elevó una oración a Dios de la siguiente manera:

“Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste. Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, y me rodeó la corriente; todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. Entonces dije: desechado soy de delante de tus ojos; mas aun veré tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma, me rodeó el abismo; el alga se enredó a mi cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. Los que siguen vanidades ilusorias, su misericordia abandonan. Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová. Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra”.

2]- [1Reyes 8:28-30] El tercer rey de Israel, Salomón, hace también una oración con motivo de la dedicación del templo que él le había construido a Dios, mencionando lo siguiente:

“Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti; que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona”.

3]- [2Crónicas 7:14] Este pasaje habla también de cómo la oración puede mover el corazón de Dios:

“…si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.

4]- [2Reyes 20:1-6] El rey Ezequías experimentó en carne propia el efecto de la oración que tuvo lugar cuando Dios había determinado quitarle la vida:

“En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro. Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor de mi mismo, y por amor a David mi siervo”.

¡Qué grande es la misericordia de Dios! A través de estas oraciones la bondad de Dios nuestro Señor y su amor por el hombre se hacen presentes, no dejando al ser humano en su angustia, sino más bien, le rescata en medio de la prueba y de la aflicción.

Tiene efectos en el hombre.

Cuando hacemos una petición a Dios, no dudando nada, Dios responde de una manera sorprendente; tal es el caso de Nehemías en el siguiente pasaje:

[Nehemías 2:4-8] “Me dijo el rey: ¿qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del rio, para que pueda pasar hasta llegar a Judá; Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí”.

Este pasaje nos muestra cómo Nehemías puso en oración la petición que iba a hacerle al rey, ya que pensaba que el rey no le iba a permitir que fuera tan lejos, y menos a reedificar un templo que la misma gente del rey había destruido.

Nehemías confiaba en que la oración tendría efecto sobre el rey…y efectivamente lo tuvo.

La oración no tan solo actúa en situaciones presentes, sino también a futuro:

“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos…” [Juan 17:20].

En el texto anterior, Jesús está orando por sus discípulos para que tuvieran poder, dirección de Dios, y otras bendiciones más; sin embargo, no tan solo oró por ellos, sino que también por los que habríamos de creer en él en las siguientes generaciones.

¿Responde Dios siempre a la oración?

En ocasiones Dios responde “sí” o “no” a nuestras peticiones. A veces, queda en silencio, y cuando esto último sucede es porque hay pecado en nuestra vida y eso bloquea nuestra comunión con Dios.

A continuación veremos algunos pasajes para aclarar lo anterior:

“Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”. [1Samuel 28:6].

Más adelante, en este mismo pasaje se menciona:

                                                                                                                  Continua...